Situado en el antiguo Convento Mudéjar de Sancti Spiritus (siglo XII), el Hotel Balneario de Olmedo se ha convertido en un referente en Castilla y León.
Además de ser un espacio histórico único en la localidad, con una magnifica restauración, el Balneario de Olmedo proporciona descanso al cuerpo, relaja nuestro espíritu y sacia nuestro paladar con la mejor gastronomía.
Olmedo conserva un patrimonio cultural impresionante que se ha rescatado del olvido de forma ejemplar. Basta pasear por sus calles o contemplar los monumentos, para darse cuenta que esta Villa ha conseguido recuperar en parte su aspecto medieval de la forma más satisfactoria para toda la localidad.
En una de estas restauraciones, el antiguo Convento Mudéjar de Sancti Spiritus (siglo XII), el más antiguo de los siete que existían en Olmedo, se ha transformado en un exclusivo Balneario de 4 estrellas, que se ha convertido en todo un referente en Castilla y León.
De su esplendor pasado, el Hotel Balneario de Olmedo ofrece a sus visitantes habitaciones únicas construidas sobre las celdas que ocuparon personajes tan ilustres como Santa Teresa de Jesús o Doña Juana «La Loca» y aunque las 78 de las que dispone, están equipadas y decoradas a la ultima, aun se puede percibir la huella de la historia en ellas.
Además, las antiguas leyendas que atribuían a las aguas del convento de Sancti Spíritus poderes divinos, se verificaron como ciertas al encontrar en el subsuelo excelentes aguas mineromedicinales salinas, permitiendo llevar cabo la construcción de un balneario de primer nivel en el antiguo claustro.
Por otro lado la gastronomía ocupa un lugar preferente dentro de las instalaciones del Balneario de Olmedo. Nada más y nada menos que dos restaurantes, una cafetería, una bodega y tres salones equipados para eventos, conforman la oferta que ofrece el hotel a sus huéspedes.
Restaurante Gastronómico del Hotel Balneario de Olmedo
El Restaurante Gastronómico es el más exclusivo y dispone de una amplia carta basada en productos de la zona con un punto de cocina de Autor.
Su decoración es actual pero acogedora, como la del resto de las instalaciones del hotel, invitando al comensal a disfrutar de las viandas sin distraerse con el entorno.
Una vez sentados a los mesa y perfectamente atendidos, gracias al trato cordial del personal, comenzamos con unos entrantes: unos originales «Canelones de manzana con Jamón» y un excelente «Hojaldre con pisto, huevo y Jamón ahumado«.
Los Canelones de Manzana y Jamón fue un entrante muy refrescante, crujiente y con un potente sabor a jamón ibérico, que armonizaba a la perfección con las láminas de manzana caramelizada.
Del Hojaldre con pisto, huevo y jamón ahumado, apuntar lo sugerente del plato y la buena combinación y textura de las verduras y el propio huevo.
Después de estos dos aperitivos nos sirvieron, dentro de la amplia variedad de pescados que dispone el restaurante, un Bacalao a la olmedana con alioli, crema de boletus y setas.
Sin duda alguna uno de los mejores platos de la noche con un bacalao desalado al punto.
Entre la amplia oferta de carnes de la carta y para los paladares no demasiado escrupulosos, el Solomillo de potro con tempura de verduras y pan de especias es algo delicioso. Un manjar sorprendente que merece la pena probar.
Para terminar, una Torrija rellena de crema, manzana caramelizada, frutos rojos, polvo de pistacho y helado de fresa, con una llamativa presencia.
Una forma inmejorable de recuperar fuerzas, relajarse y deleitarse con la gastronomía de la zona es escaparse unos días y disfrutar de las magnificas instalaciones del Hotel Balneario de Olmedo.
