El aperitivo que os proponemos hoy puede parecer un "revuelto de trastos" pero tiene su aquel. Hace tiempo, en una visita que realizamos a la localidad leonesa de Astorga degustamos unas tabletas de chocolate negro con cecina, digo degustar, en vez de devorar, que es la palabra más adecuada. Puede parecer una combinación de esas raras, que lo es, pero cierto es que de esas combinaciones salen maridajes únicos como puede ser el chocolate negro y la cecina.
La bruschetta es una rebanada de pan a la cual se la unta un poco de ajo fresco y se hornea para después, antes de consumirla en caliente, regarla con un hilo de aceite de oliva y pimentón molido. Este aperitivo se puede comparar con otros "antipasti" muy similares como son la pizza, la focaccia o la piadina, también de origen italiano. Y como en estas, las variaciones que puede tener la bruschetta están siempre en manos de la imaginación, de las diferentes costumbres o de los ingredientes que tengamos en nuestra nevera.
Este salteado de espárragos trigueros y ajetes tiernos con jamón y queso es una receta muy simple y sin apenas complicaciones, a la vez que sabrosa y apetecible. Ni que decir tiene que este salteado no necesita de preparación previa, teniendo un buen manojo de espárragos trigueros y unos cuantos ajetes tiernos limpios y listos para cocinar, lo demás es, sinceramente, complementario...Aunque el jamón y el queso, también tienen su “puntito” en este salteado.
Una de las recetas que más me llamó la atención, en el recetario que acompaña a la ActiFry de Tefal, fue la de estos "chipirones a la andaluza".
Ahora que se acerca el verano una forma muy sana de hidratarse es tomar frutas y verduras en todas las comidas. Una manera fácil y divertida de hacerlo es en forma de zumo y presentada en vasitos.