«Red Bull Sugar Free» es una bebida funcional muy conocida por todos, en especial por los jóvenes, ya que la imagen de la marca siempre está asociada a los deportes de riesgo o «extremos».
Si en un principio fue desarrollada especialmente para momentos de incremento de actividad mental y esfuerzo físico, Red Bull, ha encontrado en los jóvenes y en «la noche» a sus grandes aliados, gracias a los beneficios que publicita: estimula el metabolismo, aumenta el rendimiento, te ayuda a sentirte con más energía y menos cansado, incrementa la vigilancia, etc.
Desde que salió al mercado en el año 1984, Red Bull, ha estado en el punto de mira de científicos e investigadores debido a estos «supuestos» poderes. Unos han afirmado que era una bebida buena para el cuerpo y la mente, otros justo lo contrario, entre ellos el Centro de Investigación Cardiovascular del Hospital de Adelaida, Australia, que ha elaborado un reciente estudio en el cual asegura que tomar una sola lata de Red Bull aumenta el riesgo de sufrir un infarto, incluso, entre la población más joven.
El investigador del Royal Adelaide Hospital, Scott Willoughby, ha contado a la prensa australiana los detalles de un estudio realizado a 30 adultos jóvenes después de consumir una lata de 250 mililitros de Red Bull sin azúcar. “Una hora después de haber bebido una lata de Red Bull, los sistemas sanguíneos del consumidor ya no eran normales. Eran anormales como lo que esperaríamos en un paciente con enfermedad cardiovascular».
Esta bebida hace espesar la sangre, generando propensión a la formación de coágulos, y ellos causan la mayoría de los problemas del corazón. Además, el especialista advirtió que puede ser todavía más dañino en sujetos que padecen hipertensión o sufren algún tipo de estrés.
Horas después de hacer estas declaraciones salió a la palestra Linda Rychter, portavoz de Red Bull Australia, argumentando que “el estudio no muestra efectos que irían más allá que los de beber una taza de café. Por ello, los resultados eran esperables y están dentro del rango psicológico normal», recordando que tiene el visto bueno de las autoridades sanitarias de 143 países.
Red Bull fue creado hace más de veinte años por el empresario austriaco Dietrich Mateschitz, quien se inspiró en un brebaje parecido, pero más potente que todavía se consume en Tailandia, y por el cual (la patente) ha tenido muchos problema judiciales.
Como ya hemos dicho es una bebida controvertida, si bien tiene el visto bueno de muchos países en otros como en Dinamarca, Noruega, Islandia y Uruguay está prohibida por los riesgos a la salud citados.
Sin ir más lejos en Francia ha estado prohibida durante 12 años debido a la preocupación de las autoridades sanitarias sobre los efectos desconocidos de la taurina, uno de sus ingredientes (y al cual le debe su nombre), y que es una sustancia química prohibida en varios países.
Pero el Gobierno francés, y tras un largo litigio, se ha visto obligado a legalizar el mes de julio pasado la receta porque las normas de la Unión Europea establecen que un producto fabricado o vendido en otros países del bloque no puede prohibirse a menos que se demuestre un riesgo para la salud, y esto por ahora no ha sido posible, indicó la Agencia francesa de Seguridad Alimentaria en su página web.
Hasta ahora, en el vecino país se vendía una versión modificada de la bebida original que sustituía la taurina por cafeína.
No obstante, las autoridades sanitarias mantienen su escepticismo sobre la seguridad del Red Bull debido a sus altos niveles de taurina y cafeína, de los que se sospecha podrían causar «problemas neurofisiológicos».
Lo que está claro que todo esto es dar más publicidad a una bebida conocidísima que sólo el año pasado vendió más de tres mil quinientos millones de botes.
Aunque si no lo tienes del todo claro: «Si uno tiene cualquier predisposición a enfermedades cardiovasculares, lo pensaría dos veces antes de beber».
Palabras de Dietrich Mateschitz, creador de Red Bull.
Vía: elconfidencial.com