Según el estudio «Hábitos Alimenticios de los españoles», los estudiantes españoles no se alimentan bien.
Aunque si pensamos seriamente la situación de los jóvenes estudiantes, no nos tiene que sorprender. Bien porque se van a estudiar fuera de su ciudad natal y se independizan, o bien porque sus ocupaciones diarias les impiden dedicar la atención necesaria para su adecuada alimentación, la realidad es que los estudiantes españoles descuidan frecuentemente lo que toman para comer.
El estudio “Hábitos Alimenticios de los españoles”, ha sido llevado a cabo por el Foro Interalimentario, y las conclusiones que han sacado así lo testifica: “Los estudiantes, a la hora de comer eligen más lo que les apetece o les gusta, frente a lo que les conviene para una dieta adecuada”.
Si de todos es conocido que llevar una correcta alimentación es fundamental para la buena salud de cualquier persona en general y de los jóvenes en particular, este aspecto se convierte en algo clave en épocas de exámenes como ésta, en la que comer correctamente es necesario para el buen rendimiento de los estudiantes. Aunque son en estas épocas de estrés cuando esto menos se realiza.
Dicha investigación pone de manifiesto que los estudiantes llevan una dieta bastante desequilibrada y poco “sana”. Más cuando los investigadores analizan los productos que más dicen consumir los estudiantes, éstos no se ajustan a las proporciones recomendadas por los dietistas.
Si los expertos en nutrición dicen que las proporciones recomendadas de consumo se ordenan, de mayor a menor cantidad, en:
2. Fruta y verdura
3. Carne, pescado y huevos
4. Leche
5. Azúcares y grasas
Los estudiantes españoles manifiestan consumir, también de mayor a menor cantidad en:
2. Carne
3. Fruta y verdura
4. Pasta, arroz, patatas
5. Pescado
6. Huevos
7. Azúcares.
Lo que da como resultado que comen muchos dulces y lácteos y sin embargo consumen pocas frutas, verduras, pescado y huevos.
Sólo el 11% (de los 2.800 encuestados) afirma tener en cuenta el contenido nutritivo de los alimentos que consume, mientras que un 57% se guía más por lo que le gusta y le apetece en ese momento.
El porcentaje de personas de esta edad y ocupación que se guía más por el placer que por la salud es muy elevado con respecto a la media global (57% de estudiantes frente a 35% de media).
Aunque en su favor, parecen ser conscientes de que su dieta no es la ideal, saben que lo que comen no es lo idóneo y creen que deberían comer, por este orden más fruta y verdura, pescado, carne y leche.
Además, el estudio detecta una importante falta de información en los estudiantes sobre una adecuada alimentación: casi la mitad de los encuestados desconoce que las necesidades alimenticias dependen de cada persona, y uno de cada cuatro no está suficientemente informado sobre cuál sería su correcta alimentación.
Lo malo es que un 20% de estudiantes dice no informarse “de ninguna manera” sobre todo lo relacionado con las dietas y sus necesidades alimenticias.
Respecto a los factores que determinan el tipo de alimentación, el informe destaca que, pese a que una amplia mayoría de los estudiantes (87%) afirma que come a diario en casa, y que sus ocupaciones diarias le permiten controlar su dieta (82%), 6 de cada 10 estudiantes manifiestan que no son ellos mismos los que deciden el qué y el cuándo de lo que comen.
Lo que sí que está claro, y sin llevarnos las manos a la cabeza es que uno de cada cinco estudiantes tiene entre su menú diario platos preelaborados como pizzas , precocinados de carne, conservas elaboradas, etc., a este dato hay que sumar otro 32% que dice consumirlos una o dos veces por semana.
Luego animamos para que la “Dieta Mediterránea” sea patrimonio de la Humanidad…
En fin, hace unos meses, otro estudio realizado por la Universidad de Granada, nos demostró que los adolescentes inmigrantes «comen mejor» y tienen menos riesgo de sufrir obesidad que los españoles, ya que estos ingieren mucha más fruta, verdura, cereales y zumos naturales que los jóvenes españoles y apenas consumen otros alimentos perjudiciales para ellos.
En «El Aderezo» somos de la opinión de que la alimentación se debe «estudiar y aprender» en casa, con unos «profesores» que se preocupen por «enseñar» esta complicada asignatura, que en algunos casos, tanto unos como otros suspenden en junio y claro, luego más de uno quiere recuperar esos “suspensos” en unas pocas semanas con dietas inútiles para lucir tipo en la piscina en julio.
Esta enseñanza debería ser obligatoria en los colegios públicos nacionales, cual es la alimentación correcta, visitar con los estudiantes los mercados de abastos, que productos deben de comprar según la temporada, como tienen que elaborarlos, enseñarles a preparar correctos menús, como conservarlos, etc.
¿Qué opinas?
Vía: nota de prensa
Más información: Foro Interalimentario