Si seguimos una dieta mediterránea con un suplemento de frutos secos (como piñones, nueces, avellanas, etc.) o de aceite de oliva virgen, podremos reducir el riesgo cardiovascular y de diabetes.
El estudio PREDIMED (Prevención con Dieta Mediterránea), cuyos resultados han sido publicados en la revista «Archives of Internal Medicine» de Estados Unidos, así lo demuestra.
En dicha investigación han trabajado científicos del equipo de Nutrición Humana de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universitat Rovira i Virgili (URV), y hoy lo han presentado ante la prensa en Tarragona.
Este estudio, que ha tenido una duración de 5 años, ha sido realizado a más de 7.000 participantes de distintas partes de España, intenta demostrar que la dieta mediterránea puede prevenir las enfermedades cardiovasculares en personas mayores con un alto riesgo de sufrirlas.
Después de un año de seguimiento, a los primeros 1.200 participantes en el proyecto, se ha evaluado el efecto de las diferentes dietas utilizadas sobre el síndrome metabólico, un conglomerado de alteraciones que se asocian a la obesidad abdominal y que condicionan un mayor riesgo de presentar diabetes o enfermedad cardiovascular.
Los resultados de dicho seguimiento ha sido esperanzador, los voluntarios que siguen las recomendaciones de la dieta mediterránea «mejoran los niveles de colesterol, presión arterial, glucosa en sangre e inflamación y, además, muestran un mayor aumento del colesterol bueno en sangre», en comparación con los participantes que siguen las recomendaciones dietéticas actuales (como las bajas en grasa) para la prevención cardiovascular.
El estudio, en este sentido, ha demostrado que «entre aquellos individuos que al inicio del estudio presentaban síndrome metabólico, los que se adscribieron a un patrón dietético mediterráneo mejoraron en mayor medida, especialmente aquellos que recibieron un suplemento de 30 gramos de frutos secos y, en menor grado, también los que recibieron aceite de oliva virgen».
Por otro lado, en aquellos individuos que al inicio del estudio no presentaban síndrome metabólico, quienes siguieron las recomendaciones de dieta mediterránea «tendieron a desarrollar menos este síndrome en comparación con quienes siguieron una dieta no mediterránea baja en grasa».
Estos resultados se suman a los ya existentes que «alaban» los beneficios de la dieta mediterránea para la salud. Una dieta que está propuesta para ser Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO.
La dieta mediterránea se caracteriza por ser rica en vegetales, pescado y grasas saludables, como las del aceite de oliva y baja en otros tipos de alimentos como la carne roja y alcohol.
Vía: actualidad.terra.es