Los efectos beneficiosos de los antioxidantes del cacao ayudan a dilatar las arterias.
Llevo toda la vida pensando que el chocolate negro es malo (por las calorias claro), y ahora acaban de publicar un estudio en la revista médica «JAMA» de unos investigadores del hospital Universitario de Colonia (Alemania), que nos dicen que el chocolate negro contribuye, aparentemente, a reducir la tensión arterial, siempre y cuando tomemos unas pequeñas cantidades (3 gramos de cacao por día) de esta «adicción» y en su versión más amarga, ya que es la que tiene un contenido más alto en cacao y por lo tanto en antioxidantes.
El estudio lo realizaron durante 18 meses a un grupo de 44 adultos de edades comprendidas entre los 56 y 73 años que presentaban niveles altos de tensión arterial (aunque dentro de los parámetros considerados normales) o ya padecían una hipertensión incipiente.
Hay que decir que ninguno de ellos tomaba fármacos para controlar este trastorno, y los separaron en dos grupos ya que investigaron con chocolate negro y blanco.
Los investigadores optaron para hacer el estudio por un chocolate con un 50% de cacao y determinaron una dosis de tres gramos de cacao (o seis gramos de chocolate) por persona y día.
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Esta dosis se eligió porque es lo bastante alta para que los antioxidantes del cacao tengan efectos apreciables y lo bastante baja para que no nos aporte un aumento de peso.
Pero hay que saber que cantidades más altas de cacao son igualmente beneficiosas en personas que tienen un peso estable, según explicó Dirk Taubert, primer autor del estudio, quien reconoció que él toma dos tabletas de chocolate por semana unas cuatro veces más que la cantidad recomendada a partir de los datos del estudio.
Los resultados de la investigación mostraron que, tras año y medio de intervención, los niveles de tensión arterial habían disminuido en el grupo que tomó chocolate negro, mientras que no se produjo ninguna variación en la presión sanguínea del resto de participantes.
Por otro lado, la investigación también puso de manifiesto que no se habían producido aumentos de peso o variaciones en los niveles de azúcar en sangre en ninguna de las personas del estudio, lo que indica que las cantidades de chocolate consumidas eran demasiado pequeñas para afectar al metabolismo de la glucosa o a la sensibilidad a la insulina.
Los autores del estudio reconocen que su trabajo tiene algunas limitaciones, como el hecho de que la muestra estudiada no es muy grande y está formada por personas de mediana edad o ancianos.
«Nuestras conclusiones podrían ser solo válidas para individuos mayores y con una hipertensión moderada, pero que no presentan ningún otro trastorno», advierten, aunque ya están investigando con otros grupos de población.
Lo dicho, ya no tendré remordimientos cuando le quite un «pellizquito» a la tableta de chocolate que tengo en la despensa…
Vía: actualidad.terra.es
Más info.: jama.ama.assn.org