Que varias empresas están llevando a cabo en China cultivos experimentales de hortalizas tales como sandías y tomates, no es novedad.
La novedad está en las semillas, ya que han viajado al espacio, han dado por allí arriva varias vueltas y después del mareo pertinente las han plantado en el país del sol naciente.
Dicen los investigadores que estas semillas, después de haber pasado cierto tiempo en el espacio, están modificadas por la «radiación cósmica», lo que agranda su tamaño y su rendimiento, ha señalado el diario Shanghai Daily.
Los frutos espaciales son de mayor tamaño y el color de algunas especies varía. «Los (frutos de los) cultivos espaciales son generalmente mayores que los normales, y el color de algunas especies varía», explicó Shi Zhenggang, subdirector general de Pujiang Zhengyi Horticulture, que plantó en febrero 25 especies vegetales, incluidos tomates, sandías y maíz, cuyas semillas estuvieron a bordo de un satélite recuperado en 2006, y ahora cosecharán cerca de 50 toneladas de fruta espacial.
Su producción suele ser un 25 por ciento mayor que la obtenida con semillas convencionales, aseguró Shi, aunque se den fenómenos como el cambio de tonalidad de la piel de las sandías, del verde al amarillo.
Estos cultivos no suponen ningún riesgo para la salud humana, ya que los cambios en las semillas ocurren de manera espontánea cuando entran en contacto con la «radiación cósmica», lo que las diferencia de los alimentos modificados genéticamente, aseguró Feng Zhiyong, miembro de la Academia de Ciencias Agrícolas de Shanghai.
Eso dice él pero yo no me fío.
Vía: 20minutos.es