El Gastrobar Sa Brisa, nos presenta su menú de invierno, donde recupera ingredientes tradicionales de Ibiza, en una cocina innovadora y un concepto diferenciador.
Hace unos días hemos podido disfrutar brevemente de la Isla Blanca para conocer el nuevo menú de invierno de Sa Brisa.
Ibiza, pasada la vorágine de la temporada alta, de la fiesta, de la playa, ralentiza su ritmo de vida y se convierte una alternativa para relajarse y disfrutar. En ese momento, la mayoría de restaurantes, al menos los más famosos, cierran sus puertas y cogen aire para el verano.
No es el caso de Sabrisa, que se convierte en un refugio invernal para los amantes de la buena comida. Y no será porque le falte trasiego en la temporada alta, situado en una de las calles más transitadas de la isla, Vara del Rey, la afluencia de clientes es constante.
Ya lo pudimos comprobar en las pasadas Gastrojornadas 2015, en las que disfrutamos de la hospitalidad, de Esther y Pere, que desde hace más dos años, regentan este reconocido gastrobar.
No sólo sorprende su apertura invernal, la novedad de incorporar a su menú productos tradicionales de la gastronomía ibicenca que se encuentran en desuso, es un aliciente más.
Hablamos del “porc negre”, el cordero o la gamba ibicenca y especies de pescado hasta ahora ignoradas y desechadas como: la “brótola”, la “palaya” y el “negrito”.
Por eso Sa Brisa se puede considerar el primer restaurante de Ibiza que recupera especies marinas autóctonas y crea un menú creativo, cosmopolita y transgresor tomando como referencia la cultura gastronómica y las tradiciones de la isla: El “bullit de peix”, la “salsa de nadal”, la gamba ibicenca, el calamar de potera, el huevo payés, las verduras de la huerta, etc…
Desde las raíces, el equipo de Sa Brisa innova con mezcla de ingredientes, texturas y presentaciones que buscan sorprender y provocar al comensal. Disfrutar con los sabores en definitiva.
Esta apuesta creativa, auténtica y original es el resultado de un trabajo humilde, constante y apasionado de los fundadores del restaurante y de su chef, Gonzalo Martín Aragüez. De origen argentino y nacionalidad italiana, Gonzalo conoce bien la cocina de varios continentes, y junto a su amplia y avalada experiencia profesional trata de rendir tributo en todas sus elaboraciones a la cultura gastronómica de Ibiza desde un bagaje multicultural y técnicas de vanguardia.
En nuestro caso optamos por un menú degustación, acompañado por Vinos de la Tierra de Ibiza, en concreto: Un Blanco Can Rich «ERESO» y un Tinto Selección Can Rich.
El precio medio no es excesivo, y menos aún hablando de Ibiza y de la zona donde se sitúa el Gastrobar Sa Brisa. Realmente es una de las mejores opciones calidad/precio de la isla, o al menos eso nos ha parecido a nosotros.
El menú degustación de Sa Brisa
Una ricas croquetas con sabores de Ibiza y del mundo, sin bechamel, presentadas en una especie de árbol (Quizás demasiado aparatoso, aunque original).
- La Ibicenca: bullit de peix con morena y all y oli de perejil.
- Vegetal: Escalivada con romescu.
- De carne: Tajine de cordero ibicenco con salsa de yogurt y menta fresca.
Una tabla de quesos presentada también en una llamativa “cabeza” con la cresta a modo de recipiente:
- Queso de oveja de la tierra al romero con esclata-sang (seta ibicenca).
- Esferificación de suero de queso parmesano con piñones y albahaca.
- Ricota ibicenca de oveja y miel de la isla.
- Espuma de queso Stilton sobre galleta de nuez y sorpresa de caracol.
Una elaboración de embutido casero de Porc negre (cerdo de raza autóctona) curado en Sa Brisa. Acompañado con manteca de cerdo casera al aroma de hierbas silvestres Ibicencas, pan de cristal, airbags y air-baguettes de pan, tomate rayado ibicenco y cristales de tomate crujiente.
Siguiendo con las presentaciones originales, continuamos con unos donuts crujientes a base de patata ibicenca soufflé con tres salsas: mayonesa de trufa, anticucho y chili sauce. Nada que destacar aquí.
Una mini hamburguesa elaborada con papada de porc negre ibicenco sobre pan chino casero al vapor, pepinillo, mostaza pommery y chutney de mango fue el siguiente plato. Un bocado apetecible.
Pasamos después a una tarrina de manitas de porc negre ibicenco con manzana verde en dos texturas y salsa coreana gouchan casera. Una deliciosa mezcla de sabores.
A continuación un ceviche de brotola con leche de pantera peruana, crujiente de boniato y kumquat acompañado de una degustación de caldo típico peruano de mejillones. Una receta que suscito el elogio unánime de todos los comensales.
La gamba ibicenca con su cabeza en tempura, suquet de galera tradicional, cebolla perla y falsa patata, resultó una original forma de disfrutar este delicioso marisco.
El negrito en salazón sobre galleta de yuca y su vinagreta de aceite de naranja, resulto un plato fresco y original. Una sorprendente textura la de este pescado.
Los postres estuvieron compuestos por un delicioso Croustillant de praliné chocolate blanco, pera Willians, fruta de la pasión y albahaca.
Un Helado de Zanahoria y Lima: mini babá, piña y nachos caramelizados jarabes cítricos y fruta de la pasión.
Y una Gacholada con cremoso tanariva, sablé de cacao y espuma de plátano con lima.
En definitiva, una pincelada del menú que nos ofrece el chef Gonzalo Martín Aragüez que como podéis comprobar, recurre a producto local, innovando sobre el mismo, consiguiendo una gama de sabores y sensaciones que no dejarán indiferente al comensal.
A nosotros nos ha gustado y hemos podido comprobar, respecto al menú de la temporada pasada, una ostensible mejora, que denota el afán de superación de este fantástico Gastrobar/Restaurante. Solo nos queda felicitar a Esther y Pere y animarles a continuar en esa línea, que seguro solo les va a proporcionar satisfacciones.