El Desierto Rojo en Valladolid es un restaurante japonés muy actual.
El Desierto Rojo era y es el nombre de un bar de copas muy emblemático en la tarde-noche vallisoletana. Con una decoración muy peculiar, con multitud de detalles sorprendentes, y un ambiente único y distendido, siempre ha sido una buena opción para hacer parada en su barra y charlar con los amigos. Aunque de un tiempo a esta parte se ha convertido, aparte de ser el primer restaurante japonés de Valladolid, en uno de los establecimientos de moda.
Nada más llegar hasta su fachada te quedas sorprendido con la puerta de entrada, forrada toda ella de chapas de bebidas. Una vez cruzas el umbral y llegas hasta el restaurante en sí, descubres un ‘micromundo’ muy particular en torno a un árbol milenario que ‘crece’ dentro del restaurante.
Iván Calvo Galarraga, gerente y uno de los socios de El Desierto Rojo, nos comenta que gran cantidad de clientes vienen a ver las marionetas o el tren eléctrico que recorre una vía sobre sus cabezas. Aunque también son muchos, y cada vez más, los que se acercan hasta sus instalaciones a degustar la cocina japonesa, que elabora el cocinero David Soto Serrano.
Para comenzar esa degustación se puede elegir entre una gran cantidad de entrantes como el Hamichi o Carpacho de Pez Limón, varios tipos de Sashimi, tempura de verduras o langostinos e incluso una ensalada templada de algas, col china y setas en vinagreta. Se puede continuar con una selección de varios tipos de Sushi (Makis, Gunkan, Ura-Maki, etc.), además de platos a base de arroz o pasta.
Después se puede optar por platos elaborados con carne. Un Kushiyaki de Buey de Wagyu y Shiitake o un Teppanyaki de pollo son buenas recomendaciones, aunque si se prefiere el pescado, el Atún Tataki con shiitake a la plancha y vinagreta de soja es una buena opción, dentro de la amplia carta que elabora a la perfección David Soto en El Desierto Rojo.
Unos postres más nuestros, como puede ser un «Semifrío de Queso y frutas del bosque con sirope de naranja y granizado de litchi» o un afrancesado «Coulant de Chocolate con espuma de Baileys» pueden ser un buen punto y final.
Sin duda, para mucha gente estos platos de la cocina japonesa no serán más que ‘palabros’ raros, para otra sencillamente unas delicatesen orientales que se pueden degustar en pleno centro de Valladolid.