Cocina tradicional segoviana a los pies del acueducto.
Ayer estuvimos probando la cocina tradicional segoviana en el Restaurante «El Cordero». Un establecimiento al lado del acueducto (100 metros), situado en una casa señorial.
Un arco de piedra da paso a un recibidor donde los detalles son pocos pero auténticos.
Desde allí accedemos a una pequeña escalera que nos lleva hasta el comedor, grande y rustico. Una vez sentado a la mesa la vista se va a la decoración. Una mesa central con un centro hecho de vides y rodeado de todo tipo de pan. Detrás de él y al lado de la pared otra mesa nos enseña «cual muestrario» todos los postres que allí tienen.
Paredes llenas de bodegones y cuadros con fotos de famosos visitantes terminan de dar calor al local.
Después de la vista, le toca el turno al gusto. La comida, tradicional. Regular si grandes halagos, Unos entrantes en el centro de la mesa para repartir a base de ensalada de codorniz escabechada, regular, caramelos de morcilla, bien, setas guisadas, de bote (tenían mucho acidez), espárragos trigueros a la plancha, embutidos varios, etc.
El segundo plato fue a elegir entre pescado: lubina y rape en salsa, (buena materia) y carne, entrecot, carne buena y al punto, carrillada guisada, falta de sabor, rabo de toro estofado, bueno (hacia mucho que no lo comía), todo ello con guarnición.
Todo esto regado con un mágnum de vino «joven roble» Vizcarra D.O. Ribera del Duero, fresco y con mucho sabor.
El postre, un poquito de todo…pudin de queso, leche frita, helado y como no, «pastel segoviano».
Unos cafés con chupito (regalo de la casa) hicieron el resto.
Después… la cuenta, cuarenta euros por cabeza.
Lo mejor, el local, tradición castellana en estado puro. Lo peor, como en casi todos establecimientos de Segovia, relación calidad / precio.
