Con motivo de la presentación de la película «El pollo, el pez y el cangrejo real«, el chef Paco Roncero ha aprovechado su estancia en la ciudad de Nueva York y ha mostrado, ante un grupo de empresarios estadounidenses, las más modernas y creativas técnicas de la cocina española.
Paco Roncero, considerado en España, como el alumno más aventajado de Ferrán Adriá, presentó el jueves pasado en la Fundación Gabarrón de la Gran Manzana, para ese grupo de empresarios estadounidenses y españoles, unos pinchos, tapas o aperitivos muy creativos y divertidos, con técnicas como la esferificación o el nitrógeno líquido.
Entre los platos que Roncero presento a sus comensales no podía faltar la «tortilla española reinventada o deconstruida», frambuesas con wasabi, caviar de melón, lubina, bogavante y carne de wagyu y jamón ibérico, que ahora empieza a ser importado desde Estados Unidos a través de la empresa de La Alberca (Salamanca) Embutidos Fermín.
El cocinero español, que aparte de dirigir el restaurante del Casino de Madrid, escribir algunos libros de cocina, también ha realizado numerosas investigaciones sobre el aceite de oliva y sus texturas, que luego marida con gelificantes, como el agar-agar o la metilcelulosa, espesantes, emulsionantes y gases, como el dióxido de carbono o el nitrógeno líquido.
Fruto de ese maridaje casi de ciencia ficción son platos como las cigalas con quinoa y miel de aceite, el sorbete de naranja con aceite de oliva y Pedro Ximénez o la piruleta de aceite con chocolate.
Para Roncero, la ciudad de los rascacielos, es una cuidad a la que conviene venir de vez en cuando para empaparse de energía y ver cosas nuevas, no sólo en el ámbito de la cocina, sino del diseño y de los nuevos conceptos de restaurante. Y asegura, que un bar de tapas allí mismo tendría un éxito asegurado, ya que las tapas son una manera diferente y muy rápida de comer bien.
Sin embargo, Roncero y su equipo, no serán los encargados de inaugurar ningún local en Estados Unidos, por lo menos por ahora ya que se centrarán en la apertura de un bar de tapas tradicionales pero renovadas y puestas al día en la milla de oro de Madrid, más concretamente en la Plaza de Neptuno.
Clientes seguro que no le van a faltar.
Vía: Laopinion.es
