Arte en la cocina del Museo Thyssen-Bornemisza

Arte en la cocina del Museo Thyssen-Bornemisza

Si visitas el Museo Thyssen-Bornemisza con motivo de su nueva exposición sobre el pintor italiano Modigliani, no te olvides de visitar después el restaurante del museo y seguir contemplando más cuadros, pero esta vez, sobre los platos.

Arte en la cocina del Museo Thyssen-Bornemisza

Poder disfrutar de las cerca de mil obras de arte que componen el Museo Thyssen Bornemisza es un privilegio, pero si además se tiene la posibilidad de cenar allí mismo el privilegio es doble.

El museo madrileño ha puesto en marcha el «Menú Modigliani» que será servido en la hora de la comida y hasta el próximo 18 de mayo a un precio de 25 euros, en el que podremos encontrar desde una ensalada casi cubista, con ingredientes, cortes y colores evocadores de retratos de Max Jacob a un plato de fetuccini negros, rojos y naranja emulando los famosos desnudos del artista italiano, siguiendo con un magret Montparnasse que hace juego con los colores de sus cuadros y en homenaje al barrio parisiense donde vivió, y para terminar como postre, un chocolate en escultura, con las alargadas cabezas de inspiración africana esculpidas por el autor como base.

Sin duda un buen menú que nos dejará con un buen sabor de boca tras visitar la exposición de Modigliani. Los cocineros están ya pensando en su próxima iniciativa, incluir más platos con referencias a los artistas y a sus obras.

Por cierto, que esta idea se planea llevar al Museo del Prado, cuyo restaurante también gestiona la misma gente que en el Museo Thyssen-Bornemisza.

El restaurante Paradís Thyssen está ubicado en las dependencias del museo. Su gastronomía presenta un perfil caracterizado por ser una comida de tipo informal y «caprichosa» unida a platos más elaborados llenos de imaginación.La carta que ofrece está basada en platos muy elaborados como el salmón en escabeche agridulce con gazpacho de fresones, terrina de foie mi-cuit sobre un salpicón de «ceps» o pechuga de pato con su «royal» y cebolla a la mostaza dulce.

Los precios van desde los 13 euros del plato más barato (vichyssoise ahumada con cous-cous iodado, emulsión de erizos y pomelo) a los 30 euros del más caro (langosta). Un buen vino siempre es excusa para poder disfrutar de una agradable velada, por ello la carta de cavas y vinos que ofrece El Mirador del Thyssen es muy cuidada y elaborada. Desde un Chardonay hasta un Marqués de Riscal (Sauvignon Blanc) pasando por las más importantes denominaciones de origen: Ribera del Duero, Penedés, La Mancha, Rueda…

Vía: esmadrid
 Vía: elpais.com
 Más información: Museo Thyssen-Bornemisza
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