Precalentamos el horno a 220º, una vez alcanzada la temperatura introducimos en él las rebanadas de pan.
Mientras se doran, vamos cortando el queso y el tomate en rodajas más o menos de cuatro milímetros de grosor.
Una vez tostado el pan lo sacamos del horno apagándolo después.
Intercalamos encima de la tosta las rodajas del queso y el tomate junto con trozos de los pimientos, para después poner encima las lonchas del jamón.
Ponemos las aceitunas las últimas y regamos la tosta de jamón con un chorrito de aceite cada rebanada.
Lo volvemos a introducir en el horno que con el calor que todavía tiene se nos derretirá el queso envolviendo todos los ingredientes de la tosta de jamón.