El resultado del Strudel de cerezas y ricotta, ha sido excepcional y al nivel del de manzana que elaboramos al tiempo, y cuya receta os mostraremos otro día.
Para el relleno del Strudel, en un cuenco batir la ricotta, el azucar, la maizena y las dos claras de huevo.
Cuando se obtiene una mezcla homogénea, calentarla a fuego suave en una cazuela durante cinco minutos para espesarla un poco. Dejar enfriar
Rebozar las cerezas deshuesadas en harina y sacudir para eliminar el exceso.
Una vez elaborado el relleno, precalentar un horno a 200ºC.
Mezclar el pan rallado el azúcar y la vainilla.
Sobre una bandeja de horno, cubierta de papel sulfurizado, extender la primera hoja de pasta filo. Pincelarla con mantequilla derretida y espolvorearla con la mezcla de pan rallado el azúcar y la vainilla.
Colocar encima otra hoja y repetir la operación. Hacer los mismo con las dos ultimas hojas de pasta filo.
A continuación extender el relleno de queso ricotta sobre toda la superficie de la pasta filo, dejando 3 centímetros de margen a los bordes.
Colocar las cerezas previamente enharinada sobre el ricotta en dos filas, una a un tercio de la anchura de las hojas de filo y la otra a dos tercios.
Enrollar las hojas de filo a lo ancho para formar un cilindro.
Untar la superficie del Strudel con mantequilla derretida y espolvorear con el el resto de la mezcla de pan rallado, azúcar y vainilla.
Hornear durante unos 22 minutos.
Dejar enfriar y servir el Strudel de cerezas y ricotta en rodajas.