Como todos los años por estas fechas aprovechamos que los pimientos rojos, los buenos, los que tienen carne gordita, están en plena temporada y hemos encendido el horno para hacer unos cuantos pimientos asados.
Para elegir los mejores pimientos para asar lo mejor es escoger los que tengan la piel tersa, un color brillante y al cogerlos notemos que pesan, ya que de lo contrario nos encontramos con la desagradable sorpresa que al pelarlos, una vez asados, nos quedará todo pieles y nada de carne.
Cuando asamos pimientos rojos en casa lo hacemos a lo grande, ya que una vez puestos da igual cinco que cincuenta… Bueno quizás esta última cantidad sea exagerada, pero sí que preparamos unas cuantas bandejas.
Lo más engorroso de asar pimientos es su pelado posterior, pero con calma (y algo de ayuda), esta operación nos puede resultar hasta grata.
Una vez limpios parte de estos pimientos asados acaban guardados en botes de conserva en nuestra despensa. Y es que para su conservación no se necesitan mucho: asar, limpiar, embotar con el jugo de su asado, y cocer en una cazuela durante unos minutos.
Tiempo de preparación | 2 minutos |
Tiempo de cocción | 50 minutos |
Raciones | 4 personas |
Ingredientes |
- Colocamos sobre una fuente apta para horno, sazonamos y aderezamos con un hilo de aceite, no mucho.
- Introducimos la fuente con los pimientos al centro del horno y encendemos, arriba y abajo, a 200º. Dejamos asar durante 30 minutos.
- Abrimos el horno, damos la vuelta a los pimientos con la precaución de no quemarnos, y asamos durante otros 20-25 minutos más.
- Sacamos la fuente del horno y dejamos templar, antes de pelarlos.
- Para pelar los pimientos lo mejor es poner al lado de la fuente del horno dos cuencos amplios. Uno para echar las pieles y pepitas y el otro para la carne limpia.
- Para limpiar los pimientos asados empezamos quitando la parte del "rabito", tiramos suavemente y sacamos junto con las pepitas. Quitamos las pieles y revisamos que no tengan ningun resto de pieles ni pepitas.
- Cortamos con las manos la carne de pimientos en tiras y colocamos en el cuenco.
- Cuando tengamos todos los pimientos limpios, colamos el jugo de la cocción sobre la carne limpia. Guardamos en la nevera hasta su uso.
Podemos comer los pimientos asados tal cual, aliñados con un poquito de aceite, vinagre y azúcar, como acompañamiento de algún plato, o como más nos apetezca.