Estos Pappardele con langostinos tienen todo a su favor, pasta fresca; un sofrito de tomate casero; y este «toque» marinero que le aporta el langostino.
Antes de poner los Pappardelle a cocer, nos pondremos con la salsa de tomate.
Para ello lo primero será pelar los langostinos, reservamos las colas en un cuenco en la nevera, y ponemos las cáscaras y las cabezas en una cazuela con tres cuchadas de aceite de oliva y el ajo picado.
Cuando veamos que las cabezas empiezan a soltar sus jugos añadimos el coñac o ron añejo. Mezclamos.
Incorporamos los tomates, lavados y picados previamente. Sazonamos a nuestro gusto. Mezclamos nuevamente.
Tapamos la cazuela y dejamos hacer durante 30-40 minutos a fuego medio, removiendo de vez en cuando. Pasamos por un pasapuré (o un colador) y reservamos.
Cocemos la pasta, siguiendo las instrucciones que nos marque el envase.
En lo que se hace la pasta, nos ponemos a preparar la salsa.
Picamos la cebolleta y la ponemos en una sartén al fuego con un par de cucharadas de aceite de oliva.
Pochamos unos minutos, incorporamos los langostinos.
Salteamos, añadimos la salsa de tomate y la albahaca picada.
Mezclamos suavemente.
Escurrimos la pasta y añadimos en la sartén con la salsa de tomate y los langostinos.
Mezclamos nuevamente y volcamos sobre una fuente para llevar a la mesa.