Cuando empiece a hervir, añadimos la almendra molida de golpe y removemos con unas varillas hasta que se despegue la masa de las paredes del cazo, de 3 a 5 minutos.
Retiramos del fuego y dejamos templar.
Añadimos la clara del huevo, reservando la yema, y removemos hasta que se integre perfectamente en la masa.
Tapamos el cazo con papel film y guardamos en la nevera un par de horas.
Sacamos la masa y empezamos a formar los panellets. Te aconsejo que los hagas más bien pequeños, ya que luego en el horno tienden ha crecer.
Machacamos los quicos o maíz frito en un mortero o en la Thermomix y rebozamos en ello los panellets.
Colocamos con cuidado los panellets de quicos sobre papel de estraza en la bandeja del horno.
Les untamos con la yema batida, a la que habremos añadido unas gotas de agua, y echamos por encima una pizca del maíz tostado.
Horneamos en un horno al que previamente le habremos precalentado a 200º, 6 minutos, en la parte de arriba. Ni uno más, ya que si no se quedarán muy secos por dentro.
Sacamos y dejamos enfriar a temperatura ambiente los panellets de quicos.