Para la Cena de Nochevieja os proponemos esta receta de Ostras Calientes, una propuesta muy sugerente para dar por finalizado el año de la mejor forma posible.
Hace algunos años las ostras eran un producto gourmet sólo al alcance de muy pocos. En estos años se ha convertido en un articulo que podemos conseguir hasta en la pescadería de nuestro barrio.Como en todo, en las ostras también hay muchas variedades. Tan sólo debemos elegir aquellas que sean más frescas y se “amolden” a nuestro bolsillo.
Como en nuestro caso, que si bien son Ostrones, un paquete de 12 unidades nos ha costado 5’95 euros.
Que una vez preparadas, o con solo unas gotas de limón, serán una buena opción para incluirlas las ostras calientes en la Cena de Nochevieja.
| Raciones | 4 personas |
- 12 Ostras u Ostrones muy frescos
- 1 Cebolleta
- 150 ml Caldo de pescado
- 60 ml Vino blanco D.O. Rueda
- 30 ml Nata líquida para montar 35% M. G.
- 1 ramita Apio
- 10 g jengibre
- sal
- 1 cucharadita Mantequilla
Ingredientes
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- Ponemos a cocer el caldo de pescado.
- En cuanto empiece a hervir incorporamos las ostras u ostrones, contamos despacio hasta 60 y sacamos con la ayuda de una espumadera. De esta forma nos será mucho más fácil abrir las ostras, ya que al sentir el calor intentarán "refrescarse" abriendo su concha.
- Quitamos la parte más plana, escurriendo el jugo en el caldo de pescado.
- Colocamos en un plato y reservamos en la nevera.
- Mientras, en una sartén, echamos la mantequilla, la cebolleta y el jengibre pelado y picado todo ello finamente, así como el apio picado, procurando reservar las hojas para adornar al final.
- Pochamos durante cinco minutos a fuego lento. Incorporamos el vino blanco, removemos, dejamos cocer durante unos segundos y vertemos el caldo de pescado y la nata.
- Dejamos cocer durante unos minutos a fuego suave.
- Mientras colocamos las ostras, con o sin concha, sobre un plato de presentación.
- Colamos la salsa sobre las ostras y servimos inmediatamente.
Tambien podemos tener la salsa preparada con antelación y las ostras calientes colocadas en un plato tapado con papel film en la nevera, a falta de calentar la salsa y verter sobre las ostras en el momento que vayamos a presentar en la mesa.
Tanto en un caso como en otro, sólo tendríamos que esparcir por encima, en el momento justo de presentar, la hoja de apio muy picadita.
