Estamos en plena temporada de setas y este año estamos disfrutando de lo lindo! Cada vez que vamos a dar un paseo al pinar en familia, rara es la vez que vengamos con las manos vacías…
En nuestra zona la seta más común y fácil de encontrar es el Níscalo (Lactarius deliciosus y Lactarius sanguifluus). Aunque no es la mejor de las setas para cocinar, seguro que es la más buscada por pinares y bosques entre primavera y otoño.
Su color anaranjado característico hace que el Níscalo sea fácilmente reconocido por cualquier tipo de persona, aunque esta no sea una experta. Visualmente el níscalo tiene que estar fresco y de un color uniforme antes de cortarlo. Cuando le cortamos, debemos comprobar que su tronco e interior no tiene ningún parásito, tipo gusano, que suelen darse cuando el níscalo ha estado mucho tiempo a la intemperie.
En casa hemos cocinado níscalos de infinidad de formas, en revuelto; con huevo, patatas y jamón; con espaguetis, con pechuga de pollo, acerolas y castañas; con garbanzos y rape; níscalos al ajillo; como salsa para pasta; en tortilla; en guisos tradicionales, confitados, con patatas, en crema, etc.
Ponemos al fuego un cazo con 500 ml de agua y 200 de nata para montar.
Mientras llega al punto de ebullición, pelamos y cortamos en trozos no muy grandes las patatas.
Echamos los trozos en el cazo. Tapamos y dejamos cocer durante 15 minutos. Pasado el tiempo, salpimentamos a nuestro gusto, trituramos y reservamos.
En lo que se hace la patata, cortamos en trozos no muy grandes los níscalos y salteamos en una sartén, con unas gotas de aceite de oliva virgen extra, junto con el ajo pelado y picado finamente.
Añadimos el jamón serrano picado y dejamos hacer un minuto más. Retiramos la sartén del fuego y tapamos. De esta forma los niscalos se infuisonarán con el ajo y soltarán un jugo que será una delicia junto con el puré de patata y el huevo poché.
Ahora será el turno para hacer el huevo poché.
Disponemos de cuatro cuencos pequeños. Cortamos cuatro trozos de papel film de unos 30 centímetros de largo. Ponemos cada uno de los trozos de papel film sobre los cuatro cuencos. Aplastamos el centro del papel film hasta que llegue al fondo del cuenco.
Echamos unas gotas de aceite de oliva virgen extra y una pizca de sal.
Cascamos un huevo sobre el papel film, cogemos las cuatro esquinas del film, sacamos del cuenco, y cerramos girando el film hasta conseguir un "saquito". Hacemos un nudo con el film, dejando un pequeño espacio entre el nudo y el huevo.
Cuando tengamos todos los saquitos hechos, ponemos un cazo con agua a hervir.
Una vez empiece a hervir el agua, incorporamos los cuatro huevos en el cazo.
Dejamos cocer durante 3 minutos y medio, medio minuto más si te gustan los huevos mas hechos.
Sacamos los huevos a un bol con hielos y agua para cortar la cocción.
Emplatamos el puré de patatas en la base de cuatro platos hondos, cuencos, vasos o cualquier otro recipiente que prefieras. Repartimos los níscalos sobre el puré. Quitamos con mucho cuidado el film, cortando justamente debajo de cada nudo. De esta forma tendremos el huevo en nuestra palma y de aquí volcaremos directamente sobre los níscalos.
Esparcimos unas hojas de orégano seco sobre el conjunto, aderezamos con un hilo de aceite de oliva virgen extra y podemos acompañar el plato con unas tostas de pan.