Los mejillones son de esos ingredientes que pueden elaborarse de infinitas maneras. Aunque seguramente que sea al vapor y acompañados de una salsa cómo la mayoría de nosotros preparamos este molusco, gracias a su fácil cocinado y su rápida ejecución.
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Mejillones con pisto picante
Mejillones con pisto picante, una elaboración que puede servirnos tanto para la hora del aperitivo, como entrante, e incluso como plato principal.
Para ello pelamos y picamos finamente la cebolla y el ajo. Reservamos.
Lavamos y cortamos en dados pequeños los pimientos. Reservamos.
Pelamos y picamos en dados no muy grandes el calabacín. Reservamos.
Ponemos una cazuela al fuego con tres cucharadas de aceite de oliva virgen estra.
Pochamos durante diez minutos, removiendo de vez en cuando, la cebolla y el ajo.
Incorporamos los pimientos, salteamos durante cinco minutos e incorporamos el calabacín.
Sazonamos a nuetro gusto.
Dejamos hacer el conjunto durante cinco minutos a fuego lento.
Añadimos el tomate natural rallado y la cucharadita de azúcar, para quitar un poco la acidez del tomate.
Mezclamos y dejamos hacer durante 30 minutos a fuego lento, removiendo de vez en cuando. Cuando tengamos el pisto hecho añadimos unas gotas de Tabasco. Esto a nuestro gusto. Si no te gusta el picante pues no eches nada.
Limpiamos los mejillones.
Ponemos al fuego una cazuela amplia con agua y sal. En cuanto empiece a hervir echamos los mejillones.
Tapamos. En cuanto empiecen a abrirse vamos sacando a una fuente.
Cuando tengamos todos, colocamos en una fuente y cubrimos con el pisto de tomate.
Esparcimos un poco de perejil fresco picado por encima y servimos.