Para comenzar esta elaboración comenzaremos preparando el relleno. Para ello lavamos los mejillones. Echamos un vaso de agua en una cazuela y llevamos al fuego. En cuanto empiece a hervir, añadimos los mejillones y vamos sacando (a una fuente), según se vayan abriendo. Dejamos templar y sacamos el mejillón de la concha. El caldo de la cocción, una vez frío y colado, podemos congelar para otra elaboración.