Los huevos fritos más famosos son quizás esta sencilla receta originaria de Casa Lucio, la cual aparece en muchas cartas de restaurantes, no sólo de Madrid.
En el corazón de Madrid, en la vibrante calle Cava Baja, se encuentra Casa Lucio, un restaurante que se ha convertido en un símbolo de la gastronomía de la ciudad. Su historia se entrelaza con la vida de Lucio Blázquez, su fundador, cuya trayectoria es tan fascinante como los platos que sirve. Nacido en 1933 en Serranillos, Ávila, Lucio llegó a Madrid con tan solo 12 años. Empezó a trabajar en el Mesón del Segoviano, bajo la tutela de Petra, la dueña, quien no solo le enseñó los secretos de la cocina, sino que también le trató como a un hijo.
La personalidad de Lucio, cálida y carismática, pronto se hizo notar. Era un niño con un don especial para conectar con la gente, lo que se reflejaba en las generosas propinas que recibía. Este talento innato para la hospitalidad, sumado a su incansable dedicación, lo llevaron a convertirse en una figura clave del restaurante. Años después, en 1974, Lucio tomó las riendas del Mesón del Segoviano, rebautizándolo como Casa Lucio. Era el inicio de una era que transformaría un humilde mesón en un icono culinario.
Lo que hace especial a Casa Lucio no es solo su rico legado histórico, sino también la forma en que Lucio y su familia han sabido preservar la esencia de la cocina tradicional madrileña. Aquí, los platos son sencillos pero exquisitos, reflejo de una filosofía que valora la calidad y la autenticidad por encima de todo. Entre estos, destacan los huevos estrellados, un plato que ha trascendido las fronteras de Madrid para ser conocido y apreciado internacionalmente.
Los huevos estrellados de Casa Lucio son más que un plato: son una experiencia. Cuentan que Lucio introdujo este plato recordando las comidas que su abuela preparaba cuando él era niño. En aquel entonces, si los huevos se rompían en el trayecto al campo, ella los cocinaba de todos modos, combinándolos con patatas. Lucio tomó esta receta sencilla y la elevó a la categoría de arte, convirtiéndola en un verdadero manjar.
Hoy, entrar a Casa Lucio es sumergirse en un mundo donde el tiempo parece haberse detenido. Las paredes hablan de historia, los aromas evocan tradición y cada plato servido es un homenaje a la cocina española. Lucio, a sus 90 años, sigue siendo el alma del restaurante, saludando a clientes, compartiendo historias y supervisando que cada plato salga perfecto. Y ahora, para aquellos que quieran llevar un pedazo de esta historia a sus hogares, compartiré la receta de los famosos huevos con patatas al estilo de Casa Lucio.
Tiempo de preparación | 30 minutos |
Raciones | 4 personas |
- 6 huevos frescos
- 4 patatas (preferiblemente patatas viejas o de la variedad Monalisa)
- Aceite de oliva de alta calidad
- 100 g jamón ibérico (opcional)
- sal
Ingredientes
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- Pelar y cortar las patatas en bastoncillos de aproximadamente 1 cm de ancho.
- Poner las patatas en remojo durante unos minutos para eliminar el exceso de almidón. Este paso es opcional y depende de la variedad de patata utilizada.
- Secar las patatas y calentar aceite abundante en una sartén a fuego medio-alto.
- Freír las patatas inicialmente a fuego lento, cocinándolas más que friendo hasta que estén tiernas.
- Aumentar el fuego para dorar las patatas ligeramente, buscando un equilibrio entre blandas por dentro y ligeramente crujientes por fuera.
- Escurrir bien las patatas para eliminar el exceso de aceite y sazonar al gusto.
- Colocar los huevos sobre las patatas preparadas.
- Romper cuidadosamente los huevos con un tenedor y una cuchara, permitiendo que la yema se extienda sobre las patatas.
Opcionalmente, se pueden añadir jamón ibérico, panceta o chorizo frito junto con los huevos, aunque esto no es típico de Casa Lucio y se añadiría solo por petición.
Siguiendo esta receta, podrás recrear con fidelidad los huevos rotos de Casa Lucio, un plato sencillo pero profundamente arraigado en la tradición culinaria de Madrid. Su sabor y textura únicos lo convierten en un clásico apreciado tanto por locales como por visitantes.
Lucio y su receta
Lucio prefiere un estilo más tradicional, aunque no ahorra originalidad en la elaboración de este plato. En su restaurante se sirven huevos que «ni son fritos, ni son cocidos». El truco reside en freírlos con poco aceite, en contra de lo que la mayoría de la gente hace.
Además, un detalle curioso y poco habitual: se les da la vuelta para hacerlos por el otro lado, como si fuera una especie de crepe. Huevos vuelta y vuelta que se mezclan después encima de una base de patatas y se reparten proporcionalmente.
«No queda ni una gota de aceite por ningún lado», sostiene Lucio. «Más sencillo que esto es imposible. Ahora, que salga bien es más difícil», remató el veterano cocinero, que reconoció que su técnica es complicada de realizar en casa porque las cocinas domésticas no tienen la fuerza suficiente.