Preparamos el caramelo. Para ello ponemos las cuatro cucharadas de azúcar, con unas gotas de agua, en una sartén. Ponemos a fuego medio-alto y esperamos hasta empieze a hacerse el caramelo. Removemos con una cuchara de madera (con mucho cuidado), hasta conseguir que todo el azúcar se haya convertido en caramelo.