Cuando vayamos a la carnicería le pedimos al carnicero que nos saque un filetón de cada trozo de secreto ibérico.
Una vez en nuestra cocina aplastamos los filetes con la ayuda de una maza o con la propia mano.
Salpimentamos. Colocamos una loncha de jamón y 2 de queso en cada uno de los filetes de secreto.
Enrollamos, rebozamos en huevo batido y pan rallado. Volvemos a rebozar una nueva vez en huevo y pan rallado, con la intención de realizar un empanado doble.
Reservamos los flamenquines cordobeses, dos o tres horas en la nevera, antes de usar.
Freímos en una sartén con aceite y sacamos sobre papel absorbente.
Servimos los flamenquines cordobeses acompañados de un poco de ensalada.
Estos flamenquines cordobeses, son deliciosos y a los niños seguro que les encantan.