La Ensalada de alubias templada con romanesco es una elaboración en la cual hemos utilizado un envase de alubias de la granja cocidas. ¿El resultado? Nuestros peques repitieron…
Solemos asociar las legumbres en platos contundentes para combatir el frío invernal. Aunque esto está cambiando desde hace ya unos cuantos años. Los que nacimos en el último cuarto del siglo pasado tenemos una «deuda» con las legumbres. La de platos que habremos dejar sin probar en la mesa, por más que nuestras madres insistieran en la hora de la comida, merienda o cena.
Menos mal que el tiempo todo lo cura y las legumbres que hace unos años no podíamos ver (ni catar), hoy en día las disfrutamos como si fuesen la primera vez.
En mi caso personal no podía con las alubias (en todas sus versiones y colores), pero a mi padre le apasionaban, así que mi madre se las preparaba un día a la semana, con la intención que le sobrasen bien para repetir en la cena o al día siguiente. Suplicio total…
Sin embargo, soy yo ahora quien se las pide a mi madre cuando esta nos invita a comer a casa. Guisos cargados de tanto cariño y esmero que han hecho que esta cocina tan humilde, y en tiempos tan necesitada, no se haya perdido y la tengamos marcada en nuestro recetario con rotulador rojo.
Aunque de vez en cuando usemos las legumbres en otras elaboraciones qué a nuestras madres no se las hubieran ocurrido, y no por falta de conocimientos, más bien para que no se las dejaran en el plato.
Tiempo de preparación | 30 minutos |
Raciones | 4 personas |
- 1 bote Alubias de la granja - 540 g
- 1 Romanescu pequeño
- 1 Cebolleta morada
- 1 Zanahoria
- 4 cucharadas Aceite de oliva virgen extra
- 1 cucharada Vinagre
- sal
- pimienta negra recién molida
Ingredientes
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- Como las alubias ya las tenemos cocidas tan solo tendremos que blanquear el romanesco. Para ello lavamos la pieza de romanesco.
- Reservamos las hojas que tenga la pieza y cortamos los ramilletes, separándolos por tamaños: grandes y pequeños.
- De esta forma daremos el punto de cocción ideal a cada uno de las partes: las hojas verdes y los ramilletes por tamaños.
- Ponemos abundante agua con sal (al gusto) en una cazuela.
- Llevamos al fuego y esperamos a que comience a hervir.
- Preparamos un bol con agua y hielos, para cortar la cocción de cada una de las partes rápidamente y asegurarnos ese color verde tan característico en esta verdura.
- Cuando veamos que empieza a hervir el agua echamos las hojas y los ramilletes más grandes. Dejamos cocer de tres a cinco minutos. Contados una vez el agua comience de nuevo a hervir.
- Sacamos con la ayuda de una espumadera al bol de agua fría.
- Vertemos los ramilletes más pequeños en la cazuela y dejamos cocer tres minutos.
- Sacamos al bol de agua fría.
- Escurrimos.
- Picamos las hojas en trozos no muy grandes.
- Abrimos el bote de las alubias de la granja (puedes utilizar alubias normales o garbanzos), y escurrimos.
- Ponemos una sartén al fuego medio con una cucharada de aceite de oliva.
- Salteamos la cebolleta morada y la zanahoria, que habremos limpiado y picado finamente con anterioridad.
- Pasados un par de minutos incorporamos las alubias. Mezclamos suavemente y dejamos a fuego bajo un par de minutos más.
- Incorporamos las hojas y ramilletes de romanesco y el resto del aceite y del vinagre.
- Mezclamos suavemente de nuevo y salpimentamos al gusto.
- Sacamos a una ensaladera y llevamos a la mesa.
- Servimos y degustamos.