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No soy de los que compran de manera habitual esos preparados que venden en las tiendas para hacer bizcochos, brownies o tarta. Aunque de vez en cuando me da la locura y compro alguno.
Por ejemplo esta mañana lo he hecho, lo confieso… Después de decir mil veces a la peque que «no», a la mil y una el preparado para CupCakes de Royal estaba ya en la cesta de la compra.
Aunque con la única condición de que fuese Martina quien se hiciese cargo de preparar los CupCakes. Dicho y hecho.
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Ingredientes
- 130 gr Mantequilla
- 1 preparado CupCakes de Royal: Los ingredientes no son más distintos a los que usan para hacer Magdalenas industriales (harina de trigo, azúcar, gasificante -Bicarbonato sódico E-341-, estabilizador -E-450-, aroma y azúcar antiaglomerante. Este último destinado al frosting.
- 130 ml Agua
- 2 huevos
Ingredientes
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Instrucciones
- Las instrucciones son sencillas y poco a poco ha ido preparando la masa de los Cup Cakes. Tras batirlo todo con la batidora, lo ha repartido en los 12 moldes individuales que venían, junto con el sobre de mezcla base y el sobre para el glaseado final. Unos 20 minutos al horno a 180º y listos!
- No sé que tendrán estos polvos que han subido las magdalenas a velocidad del sonido. Con deciros que a los dos minutos la peque ya les quería sacar...
- Pero se ha tenido que esperar unos cuantos minutos más para sacar las magdalenas del horno.
- Lo difícil viene después. Como decir a una niña de 6 años que se tiene que esperar a que se enfríen las magdalenas para poner el glaseado sobre ellas. Imposible, para ella esa palabra no existe.
- Más o menos después de 20 minutos, y una vez ha realizado el frosting siguiendo las instrucciones que nos marca el envase, se ha puesto a repartir el glaseado final.
- Y la verdad es que no le han quedado nada mal, para ser la primera vez que se pone a preparar unos Cup Cakes.
Notas de la receta
Me diréis que este tipo de preparados no son los mejores para hacer Cup Cakes, lo sé, pero sí que puede ser una especie de “juego” para iniciar a los más pequeños en la cocina. Una iniciación a la cocina de forma fácil, sencilla y con resultado final satisfactorio. Y lo mejor, para los progenitores, es que se manchan muy pocos utensilios.
