Cagadillo, una receta tradicional para el Día de Todos los Santos que hoy en día estaría prácticamente desaparecida si no fuera por las tradiciones en los pueblos, y la inestimable sabiduría culinaria de nuestras abuelas y madres.
El «Cagadillo» es el nombre de un dulce elaborado desde hace siglos, parecido al guirlache, que hoy en día está prácticamente desaparecido. Si no fuera por las tradiciones en los pueblos, y la inestimable sabiduría culinaria de nuestras abuelas y madres, ya habría desaparecido. Este dulce, sencillo y humilde, se ha venido elaborando para celebrar el Día de Todos los Santos y también en Navidad, como sustituto del turrón.
El cagadillo se comenzó a elaborar como una manera muy económica de obtener un caramelo de forma artesanal en las casas, cuando no se disponía de recursos para adquirirlos de otra manera.
Sus ingredientes varían dependiendo de la zona donde se elabora, aunque principalmente están hechos a base de azúcar, frutos secos (cacahuetes, piñones o almendras) y aceite. Es de color marrón oscuro y en su superficie sobresalen, claramente, los frutos secos empleados para su elaboración, de ahí viene su peculiar definición.
Ingredientes
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- Para hacer Cagadillo tan sólo deberemos hacer un caramelo e incorporar el fruto seco elegido. Cuando era niño este era a base de cacahuetes (el más económico) o almendra tostada, extraída de los almendrucos que mi padre recolectaba (aún sigue haciéndolo) de los almendros.
- Una vez elaborado el caramelo, y mezclado con los frutos secos, vertemos sobre un recipiente untado con aceite, y se deja reposar hasta que el caramelo se endurece. Una vez obtenido bloque de caramelo duro, cuanto más fino mejor, se saca el cagadillo del recipiente empleado y se parte en porciones para su posterior degustación.