El Cabello de Ángel, un ingrediente único para hacer dulces o bien rellenar pasteles, tartas y todos aquellos postres de repostería que te puedas imaginar.
Abrimos la calabaza o Cidra. Su piel es muy dura así que deberás emplearte bien.
Cuando la tengamos abierta introducimos los trozos en el horno, durante diez minutos a 150º, para facilitarnos la tarea a la hora de desprender la carne de la cidra de su corteza.
Una vez tengamos la carne limpia sin la cascara (aunque con las pipas), colocamos en una cazuela con un poco de agua. Tapamos y cocemos a fuego lento hasta que tengamos la pulpa de la cidra blanda.
Dejamos templar, escurrimos, quitamos las pipas y, apretando la pulpa con las manos limpias, desmigamos cada trozo sacando las hebras de la Cidra.
Cuando tengamos toda la pulpa lista y escurrida, pesamos.
Colocamos en una cazuela junto con el azúcar (la mitad del peso de la pulpa de la cidra), la piel del limón y su zumo.
Ponemos la cazuela a fuego bajo-medio y removemos de vez en cuando, hasta que se caramelice la pulpa de la cidra, más o menos media hora aproximadamente.
Retiramos del fuego y ya tendremos el Cabello de Ángel para utilizarlo en cualquier elaboración.