En el vaso de la batidora o un bol, echamos 100 ml de aceite de oliva virgen, un ajo pequeño pelado, una yema de huevo, una pizca de sal y perejil fresco. Introducimos la batidora en su interior y, a velocidad media-baja, trituramos todo el conjunto hasta obtener un alioli de una textura homogénea y sin grumos. Reservamos en la nevera.