La receta de almejas al ajillo es tan sencilla que casi nos da apuro publicarla. Pero como a muchos nos gusta esta típica elaboración, con uno de los mejores moluscos que encontramos en el mercado, queremos daros unos pequeños consejos para obtener el mejor resultado.
Tipos de almejas hay unos cuantos, pero de las muchas especies de almejas que existen las que tienen un mayor valor culinario son las almejas del género Ruditapes o Tapes, y provienen principalmente de Galicia, estas son la Almeja fina (Ruditapes decussatus), la Almeja babosa (Ruditapes pullastra) y la Almeja japónica (Ruditapes philippinarum).
La almeja es un molusco bivalvo muy común en nuestro litoral, que vive enterrado en la arena y se alimenta filtrando el agua, por esto en muchas ocasiones podemos encontrarnos con tierra en el interior de estas, lo que puede arruinar cualquier receta, ya sea un arroz, un guiso con almejas o unas «simples» Almejas al ajillo.
Normalmente, la mayoría de las almejas que encontramos en las pescaderías han sido previamente depuradas, pero de todas formas, siempre está bien asegurarnos de que suelten todos los restos de arena que se encuentren en su interior para evitar masticar un grano de arena en vez de su suculenta carne.
Para ello, lo mejor es llenar un cuenco grande con agua fresca y un puñado de sal. Colocamos un colador grande en su interior y dentro de este las almejas.
Revisamos las almejas desechando aquellas que ya estén abiertas y tengan la concha rota.
Guardamos en la nevera y dejamos un par de horas. Durante este tiempo las almejas se irán purgando y expulsando los posibles restos de arena que tengan en su interior.
Pasado el tiempo tan solo tendremos que sacar el colador con las almejas, lavar de nuevo bajo un hilo de agua del grifo y escurrir, antes de proceder a comenzar con la receta de Almejas al ajillo.
Tiempo de preparación | 20 minutos |
Raciones | 4 personas |
- 750 g Almejas (Finas babosa o japónicas)
- 2 dientes Ajos
- 1 punta guindilla seca opcional
- Aceite de oliva virgen extra
- Perejil fresco picado
- sal
Ingredientes
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- Pelamos y picamos finamente los ajos y el perejil.
- Echamos en un cuenco y añadimos 6 cucharadas de aceite de oliva virgen extra, y la punta de guindilla cayena. Si no os gusta el picante, no tenéis que añadir este ingrediente.
- Mezclamos con la ayuda de un tenedor.
- Ponemos a calentar, a fuego fuerte, una sartén.
- En cuanto empiece a “humear”, echamos las almejas. En este momento las almejas comenzarán a abrirse al notar el calor infernal.
- Vamos sacando las almejas a una fuente según se vayan abriendo. Si alguna no se abriera en un tiempo, en dos o tres minutos, la descartamos.
- Cuando tengamos todas las almejas abiertas en la fuente, vertemos en la sartén anterior la mezcla de aceite, ajo y perejil.
- Hacemos a fuego medio-fuerte durante medio segundo, y vertemos sobre las almejas.
- Sazonamos a nuestro gusto.
- Servimos y degustamos.
Las almejas nos pueden aguantar frescas durante un máximo de dos días en la nevera. Para ello tan sólo tendremos que empapar un paño de cocina limpio con agua. Tapamos las almejas con el paño húmedo y colocamos sobre un plato limpio. Este plato lo introducimos en la nevera, en la parte más baja, sobre los cajones de la verdura. Cuando vayamos a consumir las almejas tan sólo tendremos que quitar el paño y comenzar el proceso de depurado con agua y sal.