Pimientos asados, una propuesta fácil, deliciosa e ideal para elaborar en otoño. Un sabor tradicional que acompaña muchos platos.
No sé si te habrás dado cuenta, pero si vas a cualquier frutería o al mercado, te encontrarás de lleno con unos , de todo tipo, en su máximo esplendor para utilizar en nuestra cocina.
En una de las últimas visitas al mercado me hice con un kilo y medio de pimientos morrones, 3 unidades, fresquísimos, de carne bien prieta y de un intenso color rojo brillante, ideales para asar y disfrutar de ellos en alguna que otra ensalada o bien para acompañar alguna receta especial.
Todos los años preparamos unos cuantos de kilos de pimientos asados, no todos a la vez, pero si sumamos todos los que asamos al cabo del otoño sale una cantidad considerable. Y más si tienes algún familiar o vecino con huerta y viene a tu casa cada dos por tres a regalarte unos cuantos de pimientos.
Mucha parte de estos pimientos asados acaban guardados en botes de conserva en nuestra despensa. Y es que para su conservación no se necesitan mucho: asar, limpiar, embotar con el jugo de su asado, y cocer al baño María. De esta forma podremos disfrutar de un buen plato de pimientos asados caseros cuando nos apetezca.
Para hacer pimientos asados en casa, es importante elegir ejemplares de buena calidad y en su punto de madurez. El pimiento morrón rojo es el más común y suele ser más carnoso y sabroso, pero también se pueden utilizar otros tipos de pimientos dependiendo de las preferencias personales y de lo que se encuentre disponible en el mercado. Lo ideal es utilizar pimientos del mismo tamaño para que se asen de forma pareja.
Una vez lavados y secos, los pimientos se pueden asar enteros o abiertos y sin semillas. Para asarlos, se pueden colocar sobre una parrilla o en el horno, girándolos cada cierto tiempo para que se asen de forma uniforme. Una vez asados, se dejan enfriar y se les quita la piel, que se desprende con facilidad. A continuación, se pueden cortar en rodajas o en tiras y servir como acompañamiento de carnes o pescados, o bien utilizar para preparar ensaladas o rellenar otros alimentos.
Los pimientos asados también se pueden conservar en conserva para disfrutar de ellos durante todo el año. Para ello, se colocan en botes de vidrio y se cubren con el jugo de su asado, que ha sido previamente calentado. Luego, se cierran los botes y se ponen a cocer al baño María durante unos minutos para sellarlos y evitar que se contaminen. De esta forma, se pueden disfrutar de unos pimientos asados caseros en cualquier momento.
En resumen, los pimientos asados son una propuesta fácil, deliciosa e ideal para elaborar en otoño. Su sabor es tradicional y acompaña a muchos platos. Además, se pueden preparar en conserva para disfrutar de ellos durante todo el año. ¡No dudes en prepararlos y sorprender a tus seres queridos!
| Tiempo de preparación | 10 minutos |
| Tiempo de cocción | 50 minutos |
| Tiempo de reposo | 10 minutos |
| Raciones | 4 personas |
- 1,5 kg Pimientos morrones grandes
- Aceite de oliva
- sal
Ingredientes
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- Lavamos y secamos los pimientos enteros.
- Colocamos sobre una fuente de horno.
- Sazonamos y regamos con un hilo de aceite, no mucho.
- Introducimos la fuente con los pimientos al centro del horno, que tendremos precalentado a 200º.
- Dejamos que se asen los pimientos durante 20 minutos.
- Damos la vuelta a los pimientos y les dejamos otros 20-25 minutos más dentro del horno.
- Sacamos la fuente del horno y dejamos templar durante diez minutos.
- Quitamos las pepitas y pelamos los pimientos.
- Cortamos en tiras y colocamos en un cuenco o bol amplio.
- Colamos el jugo del asado y lo veremos sobre las tiras de pimientos asados.
Podemos comer los pimientos asados tal cual, aliñados con un poquito de aceite, vinagre y azúcar, como acompañamiento de algún plato, o como más nos apetezca.
