El cava se ha convertido en todo un símbolo de celebración de la Navidad y por ello no puede faltar en nuestras mesas navideñas, pero ¿qué sabes que cava escoger y cuál es la manera idónea para servirlo?
Se acerca la Navidad y quien más y quien menos ya está pensando en el menú que servirá en la Cena de Nochebuena o la comida de Navidad. Un menú que estará formado por los mejores platos posibles en cada hogar que a buen seguro harán las delicias de todos los comensales que se sienten alrededor de la mesa.
Pero para armonizar estos platos muchas personas no saben muy bien que vinos o espumosos elegir. ¿Qué vino o cava escoger para cada plato? ¿Cuál es la manera idónea para servirlo? ¿Qué bebida es mejor para acompañar un plato a base de marisco o un asado?
Para todas estas preguntas el Consejo Regulador del Cava ha confeccionado un decálogo de recomendaciones para guiar a los consumidores que opten por el cava de cara a los menús de Navidad.
1. El Cava es un estupendo acompañante: gracias a su versatilidad, su ligera presencia de burbujas, su aroma delicado y moderado contenido alcohólico, el Cava es el vino espumoso preferido para acompañar las comidas y cenas navideñas.
2. A cada plato, un Cava: Si un menú tiene diferentes platos por qué no poner un cava para cada uno de ellos, optando según la edad del cava, si es o no de añada, el tiempo de crianza y el tipo en función de su contenido de azúcar.
3. Para aperitivos y entrantes como el marisco, las ostras o el pescado nada mejor que un cava de sabor afrutado y con un punto de acidez propios del Cava Brut o Extra Brut Joven.
4. Para platos a base de carne, asados y alimentos más condimentados y de mayor elaboración, tenemos que optar por un Cava Gran Reserva Extra Brut o Brut Nature de cierta crianza para aportar más cuerpo a estos platos.
5. Para los postres, la mejor opción es un Cava Semi-Seco o Dulce que aporta el frescor y la suavidad necesaria para después de la comida o cena.
6. ¿Cómo se sirve el cava?: Es muy importante evitar cualquier movimiento brusco que pueda agitar su contenido. Seguro que en más de una ocasión has visto como las burbujas hacen de las suyas en la mesa, después de que el encargado de abrir la botella «juega» con ella.
Si no quieres que esto te suceda, coge la botella por el cuerpo, nunca por el cuello, quita la cápsula y con mucha seguridad y cuidado, procede a descorchar. Una vez abierta la botella, sirve procurando que el cava resbale sobre la pared de la copa sin sobrepasar los 2/3 de su capacidad.
7. ¿A qué temperatura servirlo? La temperatura ideal para servir los cavas jóvenes es de 6° a 8°, y los crianzas entre los 8° y 10°, teniendo en cuenta que al servirlo sufre un incremento de 2° ó 3° y que, como media, su temperatura suele ascender 1° cada tres minutos. Y queremos tomar una copa de cava en su punto no un caldo templado.
8. ¿Cómo enfriarlo? La mejor forma es introduciendo las botellas en un recipiente que contenga mitad de hielo y mitad de agua, como mínimo media hora antes de su consumo. También se puede utilizar el frigorífico. Si optamos por esta opción lo mejor es que tengamos la botella como mínimo tres horas en su interior para enfriarla.
9. ¿En qué copa beberlo? Las copas idóneas para servir el cava son de cristal blanco y transparente, altas y preferentemente en forma de tulipa para visualizar la columna de burbujas que forma y disfrutar de su aroma. Como cualquier copa de vino es aconsejable sujetar estas por el pie para procurar no calentar el cava.
10. ¿Cómo consumirlo? Con tranquilidad. El cava hay que saborearlo, admirar sus pequeñas y finas burbujas, la riqueza de sus aromas, la complejidad de su gusto, por lo que no debe beberse con prisas. Y como toda bebida alcohólica su ingesta no debe ser abusiva. Sabemos que una copa de vino es buena para la salud y da grandes satisfacciones a quien lo consume y disfruta.
Sin duda unos consejos que pueden hacernos triunfar con nuestro menú de Navidad. Un menú que pronto os mostraremos en El Aderezo.