Una de las verduras más llamativas que podemos encontrar en el mercado es el Romanescu.
El Romanescu, el primo «raro» de la familia de las coles, es un híbrido entre la coliflor y brécol o brócoli, se ha asentado en nuestro mercado, gracias a su suave sabor y su fácil preparación.
Además de ser una verdura muy llamativa, gracias a la atracción que ejerce su color verde y su estructura fractal (según la wikipedia «un objeto semigeométrico cuya estructura básica, fragmentada o irregular, se repite a diferentes escalas»), el Romanescu es rico en vitamina C, fibra soluble y carotenoides.
Al igual que la colifror, las coles o el brócoli, el Romanescu se puede preparar de muchas maneras. Cocido, al vapor, crudo, etc., si te gustan todo tipo de verduras, lo puedes elaborar como más te guste ya que no te defraudará.
Si que te puedo decir que el Romanescu es algo más tierno que la coliflor o el brócoli, por lo tanto si lo vas a cocer y te gusta que te quede «al dente», tendrás que ponerlo menos tiempo que las verduras anteriores. Aunque si vas a elaborar una crema de Romanescu, tendrás que dejarlo algo más de tiempo, claro está.
En definitiva, el Romanescu es una verdura muy versátil y agradecida en nuestra cocina, y ahora, que todavía estamos en temporada, lo encontramos en las fruterías muy bien de precio, en nuestro caso a 1’80€ la pieza.