El método de elaboración sensorial se adapta perfectamente a las personas ciegas, que gracias a que éstas personas pueden llegar a adquirir bajos umbrales de percepción olfativa y gustativa que no podría ser posible sin su gran capacidad de memoria y a que los sentidos que tienen que utilizar como son el del gusto y el olfato lo tienen más desarrollado que casi todas las personas videntes, buscan facilitar en definitiva las rutas de evolución que los aromas siguen en la elaboración y crianza de los vinos, tratando de actuar en función de las personas invidentes, intentando quedarse con los aromas positivos de los vinos y evitar y descartar los negativos.