Para hacer nata montada lo mejor es optar por nata con más de un 30% de materia grasa. En nuestro caso usamos la “nata para montar» de Central Lechera Asturiana ya que tiene un 35,1% de M.G. que nos garantiza un montado firme y estable.
Hace unos días os hablamos del uso de la nata en la cocina. Un producto básico en nuestra despensa que, por su textura y sabor, utilizamos muy a menudo para elaborar deliciosos platos, dulces o salados.
Si pensamos en la nata lo más seguro es que se nos venga a la mente la imagen de un postre o una copa con nata montada. Pero si bien en nuestra imaginación puede parecer fácil conseguirlo, en la práctica podemos llevarnos más de una decepción a la hora de hacer nata montada.
Pero antes de ponernos manos a la obra debemos de seguir una serie de pasos o consejos para obtener el mejor resultado:
Elección de la nata.
En el mercado existen muchos tipos de marcas de nata, tantas como de leche. Pero como en estas últimas, tenemos que elegir la de mayor calidad y la que más materia grasa “M.G.” tenga. Estas suelen ser las que en su etiquetado especifican «nata para montar».
“Aunque no todas las natas son iguales. Hay nata especial para cocinar, con menos materia grasa, y nata especial para montar.”
Para hacer nata montada lo mejor es optar por nata con más de un 30% de materia grasa. En nuestro caso usamos la “nata para montar» de Central Lechera Asturiana ya que tiene un 35,1% de M.G. que nos garantiza un montado firme y estable.
Temperatura de la nata
Si te das cuenta la nata la adquirimos en los lineales de los supermercados y no en la zona de refrigerados. Si bien este producto se puede conservar a temperatura ambiente, siempre y cuando esté en tetra brick y sin abrir, lo ideal para montar es que esté a una temperatura inferior a 5ºC. Por ello os aconsejamos meter el brick de la nata en el congelador al menos 30 minutos antes de proceder a montar la nata, junto con los utensilios que vayamos a usar para ello (cuenco, varillas manuales o de Batidora eléctrica, vaso de la Thermomix, Kichen Aid, etc.).
Si preparamos nata montada en verano o en un ambiente cálido, además de lo anterior, podemos disponer de un cuenco amplio con hielos para introducir en su interior un bol más pequeño con la nata.
Como hacer una nata montada perfecta
Como decimos la nata se puede montar a mano, con la ayuda de unas varillas, o bien con la herramienta varilla de la batidora o con un robot de cocina. El esfuerzo será menor con la segunda opción pero mayor será el riesgo de que se nos «corte» la nata y obtengamos una exquisita mantequilla casera, en vez de una esponjosa y deliciosa nata montada.
Una vez tengamos decidida la forma de montar la nata pasaremos a la acción. Al batir la nata lo que hacemos es introducir aire en el producto. Este empieza a ser cubierto por la materia grasa que contiene la nata, hasta conseguir una masa esponjosa, firme y brillante. Pero cuidado, si nos pasamos batiendo esta masa comenzará a transformarse. Por un lado se formarán cantidad de grumos (mantequilla) y por otro líquido (suero de mantequilla). Para evitar esto, la mayoría de las veces añadimos azúcar glas, cuando está la nata media montada, con el fin de endurecer la mezcla y reducir el riesgo de exceso de batido.
El tiempo de montado no es el mismo para todos ya que este dependerá de todo lo que os hemos explicado anteriormente: la cantidad de materia grasa de la nata, temperatura de esta y el utensilio que empleemos para ello. Pero al igual que para las claras montadas al punto de nieve la forma más divertida (y arriesgada) para saber si la nata está bien montada es poner el recipiente bocabajo, si se queda la nata «pegada» en el cuenco, ya estará lista para utilizarla donde y como mejor prefieras. Si se te cae al suelo…, espero que tengas otro brick en la despensa.