¿Lo habías visto alguna vez?, porque El kiwiño, baby kiwi o kiwi Berries, lleva en el mercado español algo más de seis años y yo lo acabo de conocer.
Llegó con la entrada del euro allá por el 2002, pero yo, acabo de descubrir esta pequeña fruta hibrida del kiwi, la ciruela y la piña, que tiene el tamaño de una cereza y un sabor más potente y dulzón que el kiwi tradicional.
Del kiwiño no se sabe muy bien cuál es su origen. Se cree que es originario del norte de China, Corea, Siberia y también de Japón, aunque como en todo, estos países no se ponen de acuerdo.
Lo que sí que es cierto, que fue en Galicia, más concretamente en Pontevedra, donde empezaron a investigar sobre su posible cultivo en España. Ahora mismo hay plantaciones en Galicia y las Islas Canarias que producen esta llamativa fruta.
Lo que realmente le hace atractivo al ya denominado kiwiño es su pequeño tamaño, similar al de una uva grande o una cereza, que junto con la suavidad de su comestible piel, que no tiene pelos, permite que le podamos consumir entero tipo snack. Luego, tanto el sabor como su aspecto interior es similar al de su hermano mayor, el kiwi.
Su exterior presenta diferentes tonalidades de color, dependiendo de la zona de cultivo, desde el verde claro hasta el oscuro o rojizo. Su interior tiene una pulpa de color verde intenso que, según se constata al probarlo, resulta jugoso, ligeramente azucarado y con un sabor delicado.
Propiedades del kiwiño
Tiene un alto contenido en vitamina C y un nivel de azúcar, calcio y fósforo muy relevante. Además, tanto para su consumo en fresco como en conserva se aprovecha todo el fruto.
Lo encontramos en las fruterías de los mejores supermercados en la sección de refrigerados, en bandejas de cuarto kilo aproximadamente.
Sin duda, el kiwiño es una nueva fruta rica y dulce especial para los más pequeños.
