Helvella o Pucheruelo

Helvella o Pucheruelo

Con el fin del invierno llegan a nuestros campos y bosques las llamadas «Setas de Primavera».  Entre ellas la Helvella leucomelaena o «Pucheruelo», una seta de muy estacional que ahora podemos ir a recolectar.

Helvella o Pucheruelo

Con el fin del invierno, y la llegada del buen tiempo, son/somos muchos las personas que nos acercamos hasta bosques y pinares en busca de uno de los mayores tesoros que podemos encontrar por estas fechas, las Setas de Primavera.

Si hay una seta de primavera que se da todos los años que hay mucha lluvia en bosques y pinares es el «Pucheruelo«, como se denomina en la zona sur de Castilla y León, o Helvella leucomelaena, su nombre científico.

La Helvella leucomelaena o Pucheruelo es una seta bastante conocida y reconocida en nuestro país. Su aspecto de «puchero» o copa gris con pie blanco, como característica de todas las setas pertenecientes a la familia de las Helvellas, la hacen muy reconocible.

El Pucheruelo o Helvella leucomelaena es una seta codiciada en estas fechas, aunque su gusto no vaya relacionado con su fama, más bien al contrario, y de textura cartilaginosa, algo particular. Es una seta poco «agraciada», gustativamente hablando, y encima es tóxica si su consumo se hace en crudo o poco cocinado. De niño estuve malo tres días por «jugar» a ser un cocinillas de los pucheruelos…

Tradicionalmente en casa es nuestra madre quien se encarga de cocinar los Pucheruelos o Helvella leucomelaena. De limpiarles se encarga, casi siempre, quien va a buscarlos. Norma de la casa.

Helvella o Pucheruelo

Para limpiar los Pucheruelos lo primero que se hace es cortar su pie arenoso. Una vez tenemos esto hecho, lavamos en abundante agua, varias veces, para quitarles el resto de tierra.

Cuando estén limpios, colocamos en una cazuela con agua y sal y ponemos a cocer durante unos minutos. Quitamos el agua, cubrimos con agua y sal (al gusto) de nuevo y cocemos otros diez minutos más.

Desde este punto podemos hacer dos cosas, bien colar las setas y cocinarlas en ese mismo momento en forma de revueltos o en tortilla con ajetes (por ejemplo); o bien dejar enfriar y reservar en la nevera hasta que, en unos días (dos o tres como mucho) cocinarlas. También se puede embotar, pero esto sería si tuviésemos mucha cantidad.

En breve os pondremos alguna receta de Pucheruelos, pero seguro que en vuestra casa también se cocina esta seta. Por ello, si queréis, podéis compartir con todos nosotros vuestras recetas de Helvellas. ¿Os animáis?

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