Un año más España entera se vuelca en la celebración de la Semana Santa, se viven días de recogimiento, fe y devoción, pero también de vacaciones y citas familiares alrededor de una buena mesa para degustar la gastronomía típica de esta semana como el hornazo de Salamanca.
Ya sea con platos dulces o salados, las costumbres y tradiciones religiosas hacen que sea fácil caer en la tentación.
Así las cocinas se llenan de platos cuyos protagonistas principales son las verduras, el pescado y la repostería. El potaje, el bacalao, las torrijas, los pestiños, la leche frita…
En todo caso se trata de recetas típicas de sabores añejos y muy elaboradas. Castilla y León es cuna de muchas de ellas como la del hornazo de Salamanca o el hornazo castellano.
Plato típico de la Semana Santa charra, aúna en una sola receta varios de los ingredientes más populares de la zona como el chorizo, el lomo y el jamón que junto con el huevo duro hace que se convierta en un sustancioso plato que ayuda a salir del ayuno que caracteriza la Cuaresma.
Desde hace años se degusta durante la celebración del Lunes de la Octava de Pascua, más conocido como “Lunes de Aguas”.
Historia del hornazo de Salamanca
Los orígenes de esta celebración se remontan al siglo XVI cuando el rey Felipe II dio orden de que las mujeres públicas residentes en Salamanca abandonaran la ciudad durante el tiempo de Cuaresma.
En esos días se trasladaban al otro lado del río Tormes, y no era hasta el lunes siguiente al lunes de Pascua cuando los estudiantes que regresaban a la ciudad iban a buscarlas para traerlas de vuelta. Como obsequio, llevaban hornazo, que se quedaban comiendo a la orilla del río.
Desde entonces la tradición se sigue manteniendo pero con matices muy distintos. Actualmente se trata de un día de fiesta y diversión donde los lugareños y visitantes se reúnen con la familia y amigos y pasan una jornada en el campo siempre alrededor del Hornazo de Salamanca.
Con un asombroso parecido a la empanada, se realiza con harina de trigo, se rellena de productos típicos, se adorna con una malla romboidal de la misma masa y se hornea hasta adquirir el color dorado que le caracteriza.
Desde el año 2004 tiene reconocida la Marca de Garantía que lo protege, promociona y diferencia de otros productos que se hacen llamar hornazos.
En todo caso, bendita Semana Santa, otra ocasión para probar esta deliciosa especialidad: El hornazo de Salamanca