Pekín, gracias a los Juegos Olímpicos se ha convertido por unos días en una ciudad abierta al mundo, moderna, cosmopolita, conocedora de todo lo que puede ganar con esta celebración, por ello quiere abrir la gastronomía China al resto del planeta, exhortando a los visitantes a mostrar coraje y no dejar de lado lo inusual.
Es por ello que algunos de los más de 40.000 restaurantes de Pekín le han dado un giro «deportivo» a sus menús siguiendo la tradición china de marcar ocasiones especiales con creaciones culinarias únicas, ahora todo aquel que quiera, podrá tomar un kebab de caballito de mar, escorpión frito e incluso hígado de pato con la forma de una paleta de tenis de mesa.
Restaurantes como el Quanjude, un conocido local de carne de pato en Pekín, ofrece una variedad de platos con temas olímpicos como abulón con forma de bote con remos hechos de espárragos, bates de béisbol de maíz, y platos de fideos simulando el estadio olímpico «Nido de Pájaro».
Los visitantes podrán comer de todo menos platos que incluyan carne de perro, ya que ha sido oficialmente retirada del menú en lo que duren los juegos, más que nada para que no se ofendan los visitantes extranjeros.
Aunque si quieren probar platos más «atrevidos» siempre les quedará el restaurante Guolizhuang, el cual se especializa en penes de animales, entre los que hay varios de carne de burro.
Nosotros no estamos acostumbrados a estas delicatesen, como mucho a la «Trash Coocking«, pero en la tradición china se cree que ciertos animales o sus órganos tienen propiedades medicinales para la salud de los humanos.
Ya sabes si vas a visitar China, como bien dice una de las agencia de viajes del país asiático, «el turista tiene que saltar la brecha cultural y ver el tema con una mente abierta».
Vía: noticias reuters