Los garbanzos con bacalao son uno de los platos más característicos de la Semana Santa, aunque también se puede disfrutar de ellos en cualquier otra temporada y versionado de infinidad de formas. En este caso hemos querido preparar esta tradicional receta en una manera diferente y en un tiempo mínimo, aprovechando los productos de calidad que encontramos en el mercado, como son los garbanzos cocidos en conserva y unos lomos de bacalao gourmet realmente sensacionales.
Después de Halloween, y tras tenerlas unos cuantos días decorando nuestra puerta de entrada o balcón, todos los años nos hacemos la misma pregunta... ¿qué hacemos con las calabazas?, pues la respuesta es muy fácil: Crema de calabaza. Aunque nosotros nos hemos decantado por elaborar Crema de calabaza, con la suficiente previsión de hacer mucha más cantidad y congelar en unos cuantos tupers, la calabaza admite todo tipo de preparaciones culinarias: al horno, frita, cocida e incluso cruda. Aparte su piel se puede utilizar como recipiente y sus semillas o pipas las podemos tostar e incorporar a muchas recetas o comer como tentempié.
Cuando preparamos verduras en casa, ya sea para la hora de la comida o la cena, solemos preparar más cantidad para que nos sobren y preparar con ellas otro tipo de elaboraciones como pueden ser cremas o pasteles de verduras. Ya puede ser coliflor, brócoli, repollo, puerros, o incluso, una menestra de verduras, que siempre hacemos de más. Precisamente con un poco de repollo cocido que nos había sobrado hemos preparado esta Quiché de verduras y salmón ahumado.