La coliflor es de esas verduras que te apasionan o la odias. En nuestro caso es la primera opción. No es que la preparemos todos los días, pero si casi todas las semanas. Variando un poco la elaboración, para no cansar al paladar, podemos disfrutar de esta verdura invernal de infinitas maneras. La más tradicional es cocida y aliñada con un sofrito de ajos y pimentón. Aunque la coliflor gratinada al horno con una fina capa de bechamel y beicon tampoco está nada mal. Versionando esta receta hemos preparado en esta ocasión una Crema de coliflor con salsa Carbonara que ha encantado a toda la familia.