Cada vez que mi madre hacía hornazos por Semana Santa, siempre la gustaba elaborar una empanada con la masa que sobraba de estos. Como a nosotros no nos sobró ni una pizca cuando elaboramos el Hornazo Castellano, hemos preparado la misma masa de hornazo para elaborar esta empanada de jamón y queso.
Desde que tengo uso de la memoria recuerdo que todos los años, los días previos a la Semana Santa, acompañaba a mi madre al horno del panadero del pueblo a elaborar hornazos. La verdad es que antes de esto mi madre tenía que llamar al panadero para decirle cuantos hornazos iba a preparar y a qué hora podía ir al horno. Este le decía la hora concreta y a mi madre el día de antes solo la quedaba freír o saltear el relleno de los hornazos. Siempre chorizo y lomo adobado. El día en cuestión mi madre preparaba una cesta en la que introducía una fuente con el embutido frito, un par de mandiles, una botella de agua y unos paños de cocina. Una vez hecho esto, sólo la quedaba ir hasta el horno de la panadería y colocarse en su puesto, junto con una gran cantidad de mujeres que estaban con ella en ese turno.
De niño recuerdo que mi madre preparaba filetes rusos en grandes cantidades, con la intención de que sobrasen y asi tener preparada la cena del día siguiente. Que por cierto, casi estaban más ricos que el día anterior. Me encantaba prepararme bocadillos de filete ruso y tomate frito casero. Toda una delicia. Ahora soy yo quien elabora los filetes rusos para mis hijos y me encanta ver como se montan sus propios bocadillos en la mesa, sin haberles dicho nada. ¿Será cosa de genes? Lo que sí que es cierto es que los filetes rusos en plato invitan al comensal a comérselos dentro de un buen trozo de pan. Y si encima se le añade una buena salsa de tomate casera, que se desparrama por nuestras comisuras de la boca en cada mordisco, la sensación de satisfacción será plena.
El pappardelle o pappardella es cómo se la denomina a la pasta que hemos usado en esta ocasión, que tiene la peculiaridad de tener unas dimensiones muy diferentes a los espaguettis, tallarines o fetuccini. Y es que estas cintas, además de quedar muy bien en el plato, tienen un largo y ancho "fuera de lo normal". Por lo demás, no deja de ser pasta al huevo y su uso en la cocina puede darnos mucho juego a la hora de confeccionar alguna receta en nuestra cocina, como en este caso: "Parppadelle con gambones y mejillones".
Hay veces que las recetas más sencillas son las que mejor nos saben. Y esta ensalada de canónigos y langostinos es una buena prueba de ello. Quien me iba a decir a mí que iba a disfrutar tanto viendo como el resto de la familia ponía cara de satisfacción cada vez que daban un bocado a esta sencilla ensalada de canónigos y langostinos. Y digo sencilla porque realmente lo es. Para hacer la ensalada de canónigos y langostinos tan sólo debemos de tener a mano un envase de canónigos y langostinos de buena calidad. En esta ocasión son langostinos tigres crudos y ultra congelados.
Estando en plena temporada de jurel, también conocido como chicharro o Txitxarro, es casi imposible resistirse a comprar un par de piezas, bien frescas y plateadas, para tomar simple y sencillamente a la plancha. Luego si queremos complicar algo más la receta, podemos acompañar el jurel a la plancha de infinidad de guarniciones. Para esta receta, aunque lo parezca, no nos hemos complicado mucho la vida, y hemos preparado un cuscús de caldo de verdura y una emulsión de ajo y salvia, que le han ido de maravilla al jurel a la plancha.
Cada vez que tomamos una quiché solemos decir que por qué no la preparamos más veces. Y es que es un tipo de elaboración que, aparte de estar deliciosa, nos quita de más un apuro. Me explico. Una visita inesperada, una comida/cena de amigos a la cual no sabes que llevar, una celebración familiar, un capricho culinario..., pues para todo esto y más, con una quiche quedamos fenomenal. Y lo mejor es que se prepara en un periquete, se hace en menos de una hora, y podemos hacerla de un día para otro. La única condición es que tengamos en nuestro congelador una masa de hojaldre, o en la nevera una masa de hojaldre fresca, como en nuestro caso a la hora de elaborar esta “Quiché de sobrasada y orejones”.
Se fue Don Carnal y llegó Doña Cuaresma y con ella el tiempo de los platos de cuchara como este potaje de garbanzos y espinacas. "Doña Cuaresma" vino el pasado Miércoles de Ceniza y se quedará en nuestras casas hasta que pase la Semana Santa. Lo bueno que se ha traído consigo los platos y dulces característicos de esta fiesta cristiana. Guisos, potajes, pescado, Hojuelas, Florones, Torrijas, Rosquillas, etc, esta receta de potaje de garbanzos es la más típica de los viernes de cuaresma.
Ayer el peque me pidió para comer lasaña de carne, su plato favorito. Y como era su cumpleaños, no le pude decir que no. Pero cómo suele pasar a la hora de preparar una receta "especial", siempre te falta algún ingrediente, esta vez faltaba en mi despensa las "dichosas" láminas de lasaña. Sin encambio tenía unos cuantos envases de tallarines y espaguetis de varios tipos (negros, de salmón y de huevo) abiertos de otras ocasiones, para usar como capas de pasta. No he tardado mucho en convencer al peque de cambiar las placas de lasaña por unas capas de espaguetis. El resultado le ha gustado tanto que para la próxima ocasión en vez de lasaña me pedirá pastel de espaguetis y carne.
Debo reconocer que es la primera vez que preparo ñoquis en mi cocina. Y la verdad, a pesar de que es algo laboriosa su elaboración, los ñoquis nos han gustado, y mucho. Los ñoquis o gnocchi es un tipo de pasta que puede elaborarse con diferentes ingredientes como patata, yuca, plátano, entre otros, dependiendo del país donde se elabore.
Caldereta de cordero, Cordero guisado con alcachofas, Guiso de Cordero con alcachofas, y así hasta varios más, son los nombres que podemos dar a este guiso de cordero tan tradicional. Una elaboración muy sencilla que tiene un sólo secreto, "hacerlo con mucho amor". Y esto sirve para tener un plato exquisito, pleno de sabor y, sobre todo, casero.
En casa, y particularmente, nos gustan mucho las ensaladas. No hay dia que no preparemos una ensalada, una de las últimas que hemos degustado ha sido esta ensalada de pollo, queso y pan de centeno. Una propuesta muy ligera que nos ha dejado un buen sabor de boca.