Estamos en plena temporada de caza, palabra maldita para muchos, de goce para otros. Personalmente la caza es una afición que no me entusiasma, por el contrario me gusta cocinarla (y comerla) en elaboraciones como estas Alubias con liebre, Perdiz escabechada o Guiso de Ciervo. Y la verdad es que si no fuera por esta gente (quien no tiene un cazador en su familia), no podríamos disfrutar de estos platos exquisitos y únicos, propios de esta temporada, como esta receta de Palomas guisadas al vino tinto.
No sé si te habrás dado cuenta, pero si vas a cualquier frutería o al mercado, te encontrarás de lleno con unos pimientos, de todo tipo, en su máximo esplendor para utilizar en nuestra cocina. En una de las últimas visitas al mercado me hice con un kilo y medio de pimientos morrones, 3 unidades, fresquísimos, de carne bien prieta y de un intenso color rojo brillante, ideales para asar y disfrutar de ellos en alguna que otra ensalada o bien para acompañar alguna receta especial.
De mi visita a Barbate, además de las fotografías de nuestra visita al restaurante El Campero, me traje en la maleta unos extraordinarios solomillos de atún cocido envasados al vacío. El solomillo de atún cocido es un producto esterilizado y envasado al vacío, que no necesita frío, y tiene un año de fecha de caducidad. Por este motivo me decanté por él y de otros pates de los que ya os hablaré, cuando visitamos la fábrica de salazones, conservas y ahumados "La Chanca".
Tras unos días en los cuales no apetecían para nada encender el horno, este fin de semana pasado me "armé de valor" y preparé este Pollo con verduras y patatas al horno. Si bien esta receta es una mezcla de otras dos que hemos hecho anteriormente, como son el Pollo asado sobre verduras de temporada y Picantones asados con puré verduras, el resultado ha sido más que bueno.
Para hacer un Caldo Casero tradicional no hace falta ser Arguiñano, basta con tener los ingredientes, una cazuela, agua y fuego o una fuente de calor tipo vitrocerámica, que una cocina a leña es pedir mucho. En el súper, o grandes superficies, podemos encontrar bandejas con ingredientes suficientes para hacer caldo de puchero, es decir huesos blancos o de caña, un trozo de carne de vacuno, un trozo de pollo o gallina, un hueso de jamón añejo, etc. Un producto que, por poco más de tres euros, puede ofrecernos un caldo tradicional de lo más resultón y casero. Aunque nosotros os recomendamos que vayáis a vuestra carnicería de confianza y pidáis al carnicero carne y huesos para hacer caldo o cocido.
Hacía ya tiempo que no preparaba lasaña en nuestra cocina. Y la verdad, estábamos ya de antojo. Aunque tras las vacaciones no era plan de hacer una lasaña tradicional de carne, si no algo más ligera, a base de pescado. Por eso, en esta ocasión y sirviendo de precedente, he preparado una Lasaña de pescado.
Cuando preparamos en nuestra cocina bizcochos, solemos poner entre sus ingredientes algún tipo de fruta para que le aporte mayor jugosidad, como en este Bizcocho de melón. No es que busquemos su sabor, que algunas frutas si que se lo dan, buscamos un matiz, un aroma, un "algo" que nos haga del bizcocho, una elaboración "especial". Y si encima le ponemos una cobertura como esta de queso mascarpone y melón, el resultado puede ser excepcional.
Una de las muchas gratificaciones que tiene vivir en un pueblo es que tanto vecinos como familiares te “agasajan” con productos agroalimentarios de todo tipo, dependiendo de la temporada. Ahora en verano por ejemplo, raro es el día que no venga alguien a nuestra casa a traernos unos cuantos tomates, o un par de calabacines, pimientos, higos, brevas, etc. Con estos productos solemos preparar recetas como vichyssoise, gazpachos, salmorejo, confituras, bizcochos, tartas e incluso otras elaboraciones tan simples como esta “Ensalada veraniega”.
La Ensalada de Atún con rúcula y uvas es una propuesta deliciosa para realizar en cualquier ocasión, como en nuestro caso que la hemos elaborado para despedir el veranillo de San Miguel. Una ensalada rápida, sabrosa y sana que servimos como plato único, por los ingredientes que lleva en su elaboración y que os mostramos a continuación.
Los revueltos de patatas han sido una de las recetas imprescindibles y más elaboradas, a lo largo de los años, en las casas más humildes. Recuerdo que niño me encantaba remover el huevo con las patatas, cuando mi madre se ponía enfrente de la cocina bilbaína a prepararnos esta elaboración, día sí y día también. Una veces con chorizo, otros con bacalao, otros con jamón (de matanza, que se curaba en casa), con setas, níscalos, ajetes, etc. El revuelto cambiaba de sabor dependiendo de lo que mi madre se encontrase en la nevera. Por aquellos entonces no existían topes para tomar huevos a la semana y el colesterol no se sabía muy bien que era. Sólo había una consigna: "lo que no mata, engorda". Hoy todo es diferente, y podríamos cambiar ese dicho por "lo que engorda, puede matarte".
De vez en cuando nos gusta darnos un caprichito. No es que sea muy a menudo pero cuando visitamos alguna tienda gourmet siempre suele caer algo a la cesta de la compra. En una de esas visitas nos sorprendió estos espirales de pasta al cacao de la marca de chocolates Pancracio, unos espirales que no tienen un sabor a chocolate ni dulce como podríamos pensar, con los cuales hemos elaborado una receta un tanto especial: Espirales al cacao con pesto de gambas.
Una de las recetas que no faltan en verano en nuestra mesa es la Vichyssoise (Vichisuá) o crema de puerros. Una elaboración que podemos tomar en caliente, templada o fría, como más nos apetezca, y con diferentes guarniciones. Si bien la Vichyssoise está deliciosa sin muchos aderezos, con un simple acompañamiento obtendremos un plato más sabroso y vistoso. Como en esta Vichyssoise con brevas y jamón ibérico.