En casa solemos tener piñones de Castilla y León entre la despensa y la nevera, no muchos por qué están un poco caros y si no les utilizas a menudo tienden a ponerse añejos (aparte de que "vuelan" en las incursiones a la cocina de lo buenos que están), y la noche del sábado pasado recién llegados de las vacaciones que pasamos en Cambados (Galicia), no tenía muchas ganas de cocinar, busque por la nevera y encontré un paquete de pasta fresca, un brick de nata y los piñones, se me vino rápidamente la idea de juntarlos unido a un poco de albahaca que tengo en el patio el plato salió redondo.
La “Tagliolina al salmone” es una pasta que entre sus ingredientes, como bien dice su nombre, tiene algo de salmón, aunque realmente, no sabe a salmón. En esta receta la hemos aderezado con una Salsa Thai.
Si hace un tiempo os enseñamos a elaborar un Makizushi o Sushi Maki, hoy os mostramos como preparar un Sushi Temaki o Temakizushi. El Temakizushi se diferencia del Makizushi en un par de detalles. El primero va enrollado en forma de cono y es más grande que el segundo, y se come en un par de bocados utilizando, si quieres, las manos. Es más, si quieres sorprender a tus invitados, puedes poner todos los ingredientes en una bandeja en el centro de la mesa y cada comensal se puede elaborar, el mismo, sus Temakizushi con los ingredientes que más le apetezcan.
Después de un par de días donde hemos tomado más alimentos y bebidas de los que realmente necesita nuestro cuerpo, éste nos pide una dosis de calma y alguna receta depurativa.
Para esto nada mejor que esta sopa de pescado y pasta que nos ayudará, por lo menos, a quitarnos "esos" remordimientos por las comilonas de la Nochebuena y Navidad.
Estas obleas de pasta de arroz rellenas de mejillones en salsa de piquillo, hicieron las delicias de todos a la hora de la cena. Unas obleas de pasta de arroz fáciles de manipular.
Una manera diferente de presentar la ensalada de pasta es utilizar como recipiente estos panes crujientes pappadums.
Uno de los platos que más suele gustar a toda la familia, junto con el arroz, es la pasta. La pasta es de los pocos ingredientes que no faltan en las despensas de nuestros hogares.
Da igual que sea en forma de macarrones, espaguetis, placas para canelones o lasaña, sopa, etc. Desde hace unos cuantos años tenemos la posibilidad, para las personas que no la elaboramos, de disponer pasta fresca en cualquier supermercado.
En casa, con niños pequeños, raro es la semana que no ponemos alguna que otra receta de pasta. Macarrones, tallarines, tagliatelles, penoni, gigli, raviolis, espaguetis, lasaña, canelones, conchas, etc., son tipos de pasta que cocinamos varias veces a lo largo del año. Una que no habíamos degustado con anterioridad, y que se encuentra con facilidad en la zona refrigerada de muchos supermercados es el Cappelleti.
Los pennoni son un tipo de pasta en forma de tubo de tubo con los extremos afilados y cortados en angulo que se asemejan al final de una pluma de ganso. Son una versión más grande de los penne, con un diámetro más ancho pero aproximadamente la misma longitud que estos, estan disponibles con superficie lisa o rugosa. En esta ocasión acompañamos esta receta de pennoni o penoni con unas ricas almejas y una crema a base de nata y queso rallado.
Esta combinación convierte en este plato en único y nutritivo, ya que a las proteínas de alto valor biológico que aporta el conejo, se suman los hidratos de carbono de la pasta y las grasas saludables (ácidos grasos monoinsaturados) del aderezo con aceite de oliva. Las almejas enriquecen el sabor del plato, combinando perfectamente y dando un toque diferente.
Hace un tiempo os mostramos como elaborar unos espaguettis con gulas y boletus, en esta ocasión hemos variado un poco aquella receta a la hora de preparar unos tallarines negros con gulas al ajillo. A parte de quedar una receta muy sencilla y vistosa, es ideal para elaborar en la Navidad, ya que la pasta podemos tenerla cocida y sólo sería cuestión de saltearla con las gulas al ajillo recién hechas.
El otro día en el súper estaban en oferta los bogavantes, creo recordar que el kilo rondaba los 15 euros. Como eran de buen tamaño, compre una pieza que rondó los 600 gr. Con él en la cocina, y otros cuantos ingredientes, me dispuse a preparar una fideuá de bogavante. Una elaboración verdaderamente deliciosa que sirvió para dar de comer a cuatro personas, de las cuales dos eran niños, pero repitieron ración.