Esta receta de Sardinas marinadas en lima y jengibre son un plato refrescante y veraniego que, acompañado con una cerveza o vino blanco bien frío, puede resultar todo un manjar.
A mediados del siglo XX los cebiches eran vendidos en puestos móviles por muchas calles de la ciudad de Lima. Estos puestos eran "regentados" por mujeres o cebicheras que obsequiaban a sus clientes con el jugo o caldo que les sobraban. Año tras año, estos jugos o zumos de cebiche se fueron modificando, a la par que los puestos pasaban de madres a hijos e hijas, que le han ido aportando sus "ingredientes secretos". Con el tiempo este jugo o caldo de cebiche fue denominado Leche de Tigre, gracias a las virtudes que le atribuyeron como reconstituyente contra la resaca o como afrodisiaco. Es más, el restaurante "La Mar" que el gran cocinero Gastón Acurio tiene en la ciudad de Lima (Perú), lo "vende" en su carta como "el perfecto levantamuertos".
Recetas de Tarta de Manzana hemos hecho unas cuantas en casa, la última y quizás la más original es esta...
Si todavía no tienes planificada tu Cena de Nochevieja y andas buscando un aperitivo original, sabroso y, sobre todo, barato, este Tartar de Salmón es una buena opción para formar parte de tu Menú de Fin de Año. Lo bueno de este Tartar de Salmón es que se puede servir en platos indiviales, en un plato "centro de mesa" (para compartir), en vasitos de cristal o cucharitas de presentación, si preparas tu Cena de Fin de Año tipo buffet.
La “Tagliolina al salmone” es una pasta que entre sus ingredientes, como bien dice su nombre, tiene algo de salmón, aunque realmente, no sabe a salmón. En esta receta la hemos aderezado con una Salsa Thai.
En casa siempre hemos preparado el salmón marinado con azúcar y sal especial, en la misma proporción. Una receta muy fácil de hacer y que nos da un buen resultado. Aunque en esta ocasión hemos preferido congelar el salmón durante 48 horas y, una vez descongelado en el frigorífico, macerarlo con cítricos y especias, además de un buen aceite de oliva virgen extra.
Exprimimos la lima y el zumo lo volcamos en un plato pequeño, en donde mojaremos el perfil de los vasos, que luego pasaremos por el plato del azúcar y reservamos. Ponemos el zumo de naranja con la piel de la lima, las cucharadas de azúcar y el ron en una jarra, removemos con una cuchara de palo. Añadimos mucho hielo picado (Thermomix o batidora), volvemos a remover con cuidado y repartimos entre los vasos o copas. Si pasas calor, es por que quieres...
No sé tú, pero cuando veo en la pescadería unas bandejas de ostras (francesas) y le pregunto al pescadero si se venden bien ese producto, este me dice que el ama/o de casa no sabe muy bien cómo sacarle provecho. Y esto que la bandeja en cuestión de seis ostra marca de precio 5'90€. Que digo yo que, aunque solo se consuman frescas con un chorrito de lima o limón bien merece la pena comprar una bandeja para sorprender a nuestra pareja.
Hoy os presentamos la primera de las recetas que hemos elaborado con los productos de las Conservas Serrat: "Bonito del Norte con espuma de piquillos sobre pan al aceite de jengibre con espuma de lima, espagueti de mar y acerolas". Un nombre muy largo para definir un "pequeño" bocado que esta verdaderamente delicioso...
Cuando llega el buen tiempo sin duda este cóctel de ginebra, zumo de lima y limón con hojas de albahaca es una buena opción para desconectar de una jornada laboral intensa. Pensarás que para elaborar un cóctel de ginebra, zumo de lima y limón con hojas de albahaca habrá que tener bebidas exóticas y exclusivas, nada por estilo. Teniendo una buena botella de ginebra, como por ejemplo la G'Vine, un limón, una lima y un poquito de albahaca fresca, podemos preparar un par de cócteles que nos harán disfrutar del momento.
Este verano, viendo los anuncios en la televisión, parece que las compañías elaboradoras de ron se han puesto de acuerdo para hacernos beber Mojito envasado, listo para tomar. Nosotros te mostramos la auténtica receta del Mojito Cubano
Ahora con la llegada (por fin), del buen tiempo, no hay nada mejor que compartir en una terraza unos calamares rebozados con buena compañía. Tiernos, crujientes, con o sin limón, entre sorbo y charla, se acaba el plato sin apenas darnos cuenta de los que nos hemos tomado. Lo malo es que cuando queremos repetir ese mismo aperitivo en nuestra cocina, los calamares rebozados no nos quedan ni parecidos. Lo dicen hasta nuestros propios amigos.