Denominado también cruceta, el secreto es un trozo de carne que se sitúa entre la paletilla y la panceta, en la parte interna del cerdo. Son unas piezas pequeñas, en torno a los 200 gramos, pero muy jugosas gracias a la grasa que tiene infiltrada, la cual le proporciona una terneza y una jugosidad que aumenta su exquisito sabor. Nosotros en esta ocasión hemos elaborado un "secreto relleno de Shitakes y crema de Ibérico". Una receta que se nos ha quedado marcada para el resto de la semana...
La hemos comido con todo tipo de comida, con huevos fritos con pisto, bocadillos variados, tostadas con aceite y tomate para desayunar y por último hice en casa unas tostadas utilizando una rebanada de pan para cada uno de la familia, no pudimos repetir y nos quedamos con ganas de más. Los pimientos son auténticos de Padrón, comprados en una casa con una dependienta muy particular y salada (gracias Paula por todo), ya que la semana pasada me encontré en el supermercado Eroskicenter de nuestra zona bandejitas con cuarto kilo de pimientos de Padrón, pero mirando en la pegatina informativa sobre su procedencia, sorpresa, ponía Marruecos.
La palabra alcachofa parece ser que viene de un término árabe que significa "lengüetas de la tierra", en referencia a sus características y singulares hojas, y precisamente fueron los árabes quienes introdujeron su cultivo y consumo en Europa. Desde entonces la alcachofa se ha hecho un hueco en los recetarios de los países de la cuenca del mediterráneo y como pasa con la mayoría de los productos buenos, la alcachofa tiene muchas formas de elaboración y todas muy buenas. Da igual que se elaboren como guarnición de otros platos o bien como plato principal, fritas, rebozadas, asadas o cocidas. En este caso hemos realizado una receta fácil y sencilla, sin apenas complicaciones, como son estas alcachofas rellenas de jamón ibérico.
Después de elaborar unas endibias rellenas de carpaccio de buey, teníamos muchas ganas de volver a disfrutar de esta hortaliza. Aunque después de esta receta, "Endibias con jamón ibérico y crema de queso gorgonzola", creo que tardaremos muy poco en volver a cocinarlas.
Hay que ver lo que puede dar de si un jamón de "los buenos". Además del placer de poder disfrutar de un buen plato de jamón ibérico en cualquier momento, y en cualquier ocasión, una vez que le dejamos "limpio" podemos hacer con él una buena cazuela de caldo que congelaremos para utilizar como base o "fondo" de arroces, guisos y deliciosas sopas. Para hacer un buen caldo de jamón lo más importante es "blanquear" los huesos de jamón durante unos segundos en agua hirviendo. Para ello, una vez tengamos cortado el hueso del jamón en trozos, (se lo podemos decir a nuestro carnicero de confianza), ponemos tres cazuelas con abundante agua a cocer.
Estando el otro día de paseo con mis hijos por el pinar (bosque de pinos) que tenemos cerca de nuestra casa, me acordé de la ponencia del cocinero Miguel Ángel de la Cruz en MadridFusión. Allí, Miguel Ángel, nos mostró unos germinados de piñón que causaron sensación. Aunque, como el dijo, los que mejor están son los "salvajes", los que podemos encontramos en el pinar a los pies de los pinos. El germinado de piñón tiene el sabor del mejor piñón y un toque astringente muy suave, que nos recuerda al sabor de la piña verde. Un sabor que se aprecia enormemente en este plato, "ensalada de jamón y germinados de piñón ibérico", cuyo ingrediente principal es el fruto de aquel paseo y de la buena tarde que pasamos en el pinar.
A veces los platos más sencillos son los que nos dejan mejor sabor de boca. Y si encima se usan ingredientes por los cuales tenemos cierta "debilidad", la receta no puede quedar mejor. Eso mismo nos ha pasado con estas "Verduras al horno con jamón y brevas". Un plato muy veraniego y mediterráneo.
Los revueltos de patatas han sido una de las recetas imprescindibles y más elaboradas, a lo largo de los años, en las casas más humildes. Recuerdo que niño me encantaba remover el huevo con las patatas, cuando mi madre se ponía enfrente de la cocina bilbaína a prepararnos esta elaboración, día sí y día también. Una veces con chorizo, otros con bacalao, otros con jamón (de matanza, que se curaba en casa), con setas, níscalos, ajetes, etc. El revuelto cambiaba de sabor dependiendo de lo que mi madre se encontrase en la nevera. Por aquellos entonces no existían topes para tomar huevos a la semana y el colesterol no se sabía muy bien que era. Sólo había una consigna: "lo que no mata, engorda". Hoy todo es diferente, y podríamos cambiar ese dicho por "lo que engorda, puede matarte".
Una de las recetas que no faltan en verano en nuestra mesa es la Vichyssoise (Vichisuá) o crema de puerros. Una elaboración que podemos tomar en caliente, templada o fría, como más nos apetezca, y con diferentes guarniciones. Si bien la Vichyssoise está deliciosa sin muchos aderezos, con un simple acompañamiento obtendremos un plato más sabroso y vistoso. Como en esta Vichyssoise con brevas y jamón ibérico.
Como sabes el champiñón es un tipo de seta u hongo económico, agradable al paladar y con muy pocas calorías.
Por todo ello, y tras los excesos navideños, hemos elaborado especialmente para La Escuela del Ibérico Navidul, una crema de champiñones con Jamón Ibérico Navidul. La crema de champiñones con jamón es una sencilla receta que basa su éxito en la calidad de sus ingredientes. Unos champiñones muy frescos, junto con un buen aceite de oliva y unas extraordinarias lonchas de Jamón Ibérico Navidul, son los ingredientes básicos para esta elaboración.
Que bien sienta esta Tapa de jamón ibérico a media mañana con una cervecita fresca, un vasito de buen vino, un refresco o un vaso de agua. Esto es al gusto del consumidor.
Para esta ocasión hemos preparado una confitura de melón gelatinizada con hojas de tomillo fresco, con unas migas de pan y jamón ibérico en texturas, curado y deshidratado por encima.