Hacía tiempo que no tomábamos un "bocata" para cenar y, aprovechando que estamos en tiempo de setas pensamos que éstas deberían de estar entre un buen trozo de pan. No nos equivocamos. Y más si entre medias colocamos unas lonchas de cecina y un poquito de pesto de piñones. El resultado, más que apetecible.
Basándonos en una de las recetas de guisantes más tradicionales (salteados con jamón), hemos sustituido el jamón por una buena cecina de León. El resultado final ha sido una delicia de receta con un toque ahumado.
Este año estamos disfrutando de lo lindo cada vez que vamos al pinar a buscar níscalos. Rara es la vez que vengamos con la cesta vacía. Y es que los níscalos son una de las setas que más nos gustan en casa. Por eso las recetas con níscalos son muchas y variadas. Les hemos probado en revuelto; con huevo, patatas y jamón; con espaguetis, con pechuga de pollo, acerolas y castañas; con garbanzos y rape; níscalos al ajillo; como salsa para pasta; en tortilla; en guisos tradicionales, etc. Pero nunca habíamos preparado una receta de crema de níscalos.
La cecina de equino es un producto presente en la despensa de Castilla y León desde hace muchísimos años. Únicas y sabrosas son las cecinas de equino que se elaboran en la provincia de León en este caso hemos utilizado Cecina de Equino de Villarramiel. Villarramiel es un municipio palentino, situado en plena comarca de Tierra de Campos, conocido por la cecina de equino que salen de las diferentes empresas elaboradoras que transforman diferentes partes de carne de caballo o , en una cecina que se presenta al mercado en piezas de entre dos y tres kilos.
Esta receta de Lasaña de setas de cardo y cecina es muy fácil de preparar gracias, en parte, a que no hay que cocer la pasta.
Prueba de que el verano es una de las estaciones donde más se disfruta con la comida, son las numerosas ensaladas que salen de nuestras cocinas. Es el caso de esta ensalada de cecina, kumato y uvas. Una rica y sana combinación que ha gustado mucho a nuestros comensales.
Las brevas, "infrutescencia o conjunto de frutos de la higuera", es un ingrediente que se ha vuelto imprescindible cuando llega el verano. Si bien la hemos empleado en mermeladas, tartas, pinchos, como relleno de otros productos, también le hemos empleado para elaborar alguna que otra ensalada, como esta "Ensalada de rúcula, brevas, queso de cabra y cecina". Una ensalada "templada", realmente deliciosa.
Una propuesta muy refrescante y sabrosa es esta "ensalada de cecina y papaya". Después de probar el carpacho de cecina de León en aceite de oliva, como no nos gastamos toda la conserva, decidimos elaborar con las lonchas de cecina que nos quedaban una ensalada. Una receta que nos sorprendió por lo bien que armonizaron la papaya y la cecina.
El aperitivo que os proponemos hoy puede parecer un "revuelto de trastos" pero tiene su aquel. Hace tiempo, en una visita que realizamos a la localidad leonesa de Astorga degustamos unas tabletas de chocolate negro con cecina, digo degustar, en vez de devorar, que es la palabra más adecuada. Puede parecer una combinación de esas raras, que lo es, pero cierto es que de esas combinaciones salen maridajes únicos como puede ser el chocolate negro y la cecina.
De ciervo, de gallo, de chivo, de caballo o potro, de buey y de vaca, son las variedades de cecina,...
El brócoli es una de las hortalizas de mayor valor nutritivo que se conocen y esta receta de Brocoli salteado con anacardos, cecina y queso Philadelphia es una forma exquisita de consumirlo. El consumo de brócoli aporta a nuestro organismo gran variedad de vitaminas, como vitamina C, B1, B2, B3 y B6, pero sobre todo aporta una gran cantidad de vitamina A.
La quiche es una elaboración que no falta en nuestro recetario de verano particular. Hemos hecho quiches de todo tido, de sobrasada y orejones, de beicon y champiñones, con espinacas y piñones, de guisantes y salami al tartufo, de salmón de setas... Aunque en esta ocasión hemos preparado una Quiche de cecina con queso brie a la que hemos aderezado, a la hora de su degustación, con unas hojas de romero y un hilo de miel. ¡La combinación no ha podido ser mejor!