El aperitivo que os proponemos hoy puede parecer un "revuelto de trastos" pero tiene su aquel. Hace tiempo, en una visita que realizamos a la localidad leonesa de Astorga degustamos unas tabletas de chocolate negro con cecina, digo degustar, en vez de devorar, que es la palabra más adecuada. Puede parecer una combinación de esas raras, que lo es, pero cierto es que de esas combinaciones salen maridajes únicos como puede ser el chocolate negro y la cecina.
Este año estamos disfrutando de lo lindo cada vez que vamos al pinar a buscar níscalos. Rara es la vez que vengamos con la cesta vacía. Y es que los níscalos son una de las setas que más nos gustan en casa. Por eso las recetas con níscalos son muchas y variadas. Les hemos probado en revuelto; con huevo, patatas y jamón; con espaguetis, con pechuga de pollo, acerolas y castañas; con garbanzos y rape; níscalos al ajillo; como salsa para pasta; en tortilla; en guisos tradicionales, etc. Pero nunca habíamos preparado una receta de crema de níscalos.
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