Hacía mucho tiempo que no preparábamos una pizza casera. Y la verdad es que no era por falta de ganas, más bien es por este ritmo de vida tan ajetreado que llevamos en verano. El otro día, al regreso a casa después de una tarde de piscina, los peques me insistieron en que preparáramos una pizza para cenar. Dicho y hecho, nos pusimos el mandil, nos lavamos las manos y nos pusimos a preparar una pizza de pollo, champiñones y huevo.
Las pizzas caseras son una delicia y más en verano. Uno de los platos que más se consumen, posiblemente, en verano son las pizzas. Una elaboración recurrente, rápida y divertida que hace las delicias de todos. Las pizzas caseras admiten todo tipo de ingredientes, dependiendo de lo que tengamos en la nevera podemos hacerlas de mil maneras. En esta ocasión hemos realizado nuestra pizza con ingredientes veraniegos como son la remolacha cocida y unos buenos albaricoques. El resultado no ha podido ser más vistoso y apetecible.
Como sabes la calzone, es una especialidad de la cocina italiana que se elabora de manera muy similar a la pizza tradicional pero con la salvedad de que la masa se cierra sobre si misma como si de una empanadilla grande se tratase. Su relleno suele ser generalmente queso, carne, vegetales, y todo aquello que el cocinero le apetezca poner. Una vez ha terminado de aderezar la base, se dobla sobre misma de tal forma que, una vez está el calzone en el horno, su interior retiene todos los aromas y matices que le otorga sus ingredientes, mientras el exterior se dora y se convierte en una masa deliciosa y crujiente.
Reconozco que Hallowen es una fiesta a la cual no le tengo mucho aprecio, pero cuando tienes niños en casa que viven esta fiesta como si de Carnavales se tratase, pues no te queda más remedio que participar de alguna manera. Y como no me veo con un disfraz de "Muerto Viviente" ni con la cara pintada, tipo "Payaso Asesino", pues que mejor que preparar para Hallowen que estas Momias de Pizza Calzone.