Campo, terruño, viñas, uvas… todo esto lo hemos disfrutado en la vendimia de Bodegas PradoRey.
La mayoría de las bodegas en la Ribera del Duero han terminado ya con la vendimia este año. Una actividad que comienza normalmente entre los últimos días de septiembre y/o los primeros días de octubre, que se puede ver modificada dependiendo de la meteorología que ha tenido esa zona o viñedo en particular.
Por ello, cuando fuimos hasta las instalaciones de Bodegas PradoRey en Gumiel de Mercado (Burgos), sólo quedaban en las viñas los pocos racimos que habían dejado los vendimiadores, hace ya dos semanas, para realizar la Vendimia en Familia que ofrecen sólo un fin de semana de octubre todas aquellas personas a o familias que así lo deseen.
Tras acomodarnos en la Posada Real de Ventosilla, un palacio de estilo herreriano, situado a dos kilómetros de distancia de Bodegas PradoRey en la localidad de Ventosilla, pudimos degustar un menú castellano a base de una «sencilla» ensalada y un plato de guiso de venado. Todo ello armonizado, como no podía ser de otra manera, con vinos puestos en el mercado de la bodega, y otros que vendrán en muy poco tiempo, como fue el caso de los vinos Adaro de PradoRey 2010 y PradoRey Elite 2009.
La popularidad que ha adquirido el enoturismo en la zona de la Ribera del Duero a lo largo de los últimos años ha hecho que grandes bodegas como PradoRey abran las puertas de sus instalaciones para compartir la vendimia con todas aquellas personas que quieran hacerlo.
Por ello el pasado sábado 20 de octubre, tras un completo desayuno con embutido, queso y aceite propio de la bodega, fuimos parte un grupo al que se le mostró y enseño a vendimiar. De la mano de Enrique del Cura, responsable del viñedo de Bodegas PradoRey, conocimos el terruño, la planta y la uva.
Tras la vendimia, acarreamos la uva hasta la propia bodega. Allí elaboramos el primer mosto de las dos maneras que actualmente se puede hacer: de manera industrial y el pisado de uva tradicional.
Una vez obtenido el primer mosto, analizado y catado, pasamos a conocer las instalaciones con la ayuda de Tamara Lechosa, relaciones públicas de PradoRey, quien nos explico y enseñó cada uno de los rincones que tiene la bodega como por ejemplo la sala de barricas, que alberga 6.000 barricas de 225 litros cada una; la sala de conos de madera, cada uno de ellos con una capacidad de 35.000 litros, la sala embotellado, la sala de conservación en botella, etc.
Un recorrido que pasa también por el «Cementerio de las Botellas», una instalación, inspirada en las criptas que hay en el Real Monasterio de El Escorial, llena de jaulones que guardan viejas añadas que en un futuro serán de los socios del Club de Amigos de Prado Rey.
Para terminar la visita a Bodegas PradoRey, catamos varios vinos en la sala de Cata y fuimos parte de una cata ciega, y un sorprendente juego en el que se armonizaban vinos y chocolate de cecina.
Tras comprar varios productos en la tienda, vino rosado fermentado en barrica, una botella de Aceite Virgen Extra PradoRey y una cuña de queso, volvimos hasta la Posada Real para disfrutar del «Almuerzo de los Vendimiadores», compuesto por unas reconstituyentes Sopas de Ajo, Lechazo al Chilindrón y de postre unas deliciosas natillas.
Un café y una pequeña charla fue el punto final de nuestra visita a Bodegas PradoRey, una experiencia única que sólo se puede hacer una vez al año. Si quieres ser partícipe de ella el próximo año tan solo tienes que estar atento a las noticias de su web.